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¡MARCHANDO UNA INVERNAL! : TRES PICOS DESDE VALDELINARES (24/01/2015)

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En vista del frío siberiano que nos ha congelado hasta las neuronas (y eso que por estos lares no nos podemos quejar) me apetece contaros esta rutita y dejar para más adelante la que seguiría por orden cronológico.
La primera invernal del año y espero que no sea la última.
Una invernal que se presentó quince días antes de la ola de frío de este último fin de semana y no por ello dejó de ser "siberiana" y a las pruebas me remitiré.
Nos vamos a Valdelinares, municipio más alto de España. Ya hace alguna semana que la nieve cubre las montañas de la Sierra de Gúdar aunque la gran nevada estaba todavía por llegar.
Las previsiones eran de viento, un invitado que nunca es bien recibido ... y hoy menos. Comprobaremos eso que llaman "sensación térmica".
Llegamos a Valdelinares con los primeros rayos de sol.


La estrecha calle que da acceso a la plaza era purito hielo. No era para menos ya que el famoso termómetro de la plaza marcaba  - 7ºC.

A las pruebas me remito
Sí, habéis leído bien. Ni me imagino a cuanto estaban este fin de semana pasado.
Toca taparse hasta las cejas porque nos espera un día durillo.
La intención es subir a los altos del Hornillo (2.002 m.), la Zaragozana (1.976 m.) y el Recuenco (1.972 m.).
Vamos a por el primero.
La subida al Hornillo desde Valdelinares está perfectamente señalizada (Ver en nuestro GR-M Etapa 9: Valdelinares - Mosqueruela).


El poste señalizador de un sendero local en la parte alta del pueblo, en dirección al cementerio, nos indica que en cuatro kilómetros estaremos en su cima.
En esta ocasión la nieve lo tapizaba todo ocultando las pinturas del SL. La subida es una gozada por las vistas que nos ofrece y que ganan en belleza con la altura.


Sin ser excesiva la capa de nieve, en muchos tramos nos hundíamos hasta las rodillas. Dejamos atrás la ermita de San Cristóbal y disfrutamos con la mirada puesta hacia el valle.


Un mar de nubes tapa y destapa Valdelinares.


Sobre nuestras cabezas otras nubes pasan rápido, inequívoca señal de que por allá arriba debe soplar un viento de cojones, con perdón.
Dicho y hecho, fue llegar al altiplano y sentir el azote de eolo en toda la cara.


Con el sendero difuminado por la nieve toca localizar las estacas balizadoras que sobresalen y nos sirven de guía, aunque, teniendo localizado el objetivo, cada uno recorrió este tramo a su aire (nunca mejor dicho).


Lo mejor es dirigirse hacia los corrales de la Penilla en el Collado Frío (nunca mejor dicho) y desde allí acometer el último tramo en dirección este hasta la cima.





Una cima coronada por una llamativa construcción de piedra seca.


Esto hace que la cumbre se aupe por encima de los 2.000 m.


Caso similar (diría yo) al del Peñarroya (2.028 m.) la mayor altura turolense, que de no ser por ese "empujoncito", sería superada por Javalambre (2.019 m.).


J.Manuel acomodándose en un mullido sofá
Y ahora viene lo de la sensación térmica. ¿Y eso que es lo que es? ...
Según los americanos (la wiki dixit) se puede calcular esa sensación aplicando la siguiente fórmula:
                                                         
T_{s}=13,12+0,6215\cdot T-11,37\cdot V^{0,16}+0,3965\cdot T\cdot V^{0,16}  (no lo hagáis en casa ... puede resultar peligroso) , donde Ts es la sensación térmica, T la temperatura del aire en ºC y V  la velocidad del viento en kms/hora). Como yo soy más de letras me dirigí a las tablas existentes y cómo curiosidad os diré que la famosa sensación térmica aquí arriba (con la temperatura de -7ºC en Valdelinares y el viento pronosticado de 25-30 kms/hora) rondaría los - 20ºC. Dicho lo cual, allí aguantamos un momentico ná más.


La bajada la hicimos en dirección norte un poco a la trocha ...


Al fondo ya divisamos la Zaragozana
Y detrás de Manolo y Fernando, el Alto del Recuenco
... y un poco siguiendo el track precargado que sigue lo que sería una senda que acaba llegando a la carretera que sube de Fortanete junto al barranco de Zoticos.

La quitanieves en acción
Allí abajo, y a resguardo del viento, dimos cuenta del almuerzo y del cafetito antes de ir a por la segunda cima del día.



Una cima, la Zaragozana, que teníamos sobre nuestras cabezas. Para llegar a ella seguimos los rastros de un camino que sube bajo los cinglos rocosos de la Sierra de Sollavientos en cuyo borde occidental se encuentra situada.



Una preciosas cornisas de nieve decoran esos bordes rocosos.



Al pasar el camino bajo lo que sería el vértice geodésico de la Zaragozana decidimos atacarla en plan directo.


Una gozada de subida con una pronunciada pendiente donde nos hincamos en la nieve hasta la cintura.


MªJosé llegando a la Zaragozana
(by J.Manuel)
En el vértice (1.976 m.) y con excelentes vistas a nuestro alrededor (creímos intuir hasta el Moncayo) volvió a saludarnos la ventisca.



Desde allí, en dirección suroeste y sin perder altura ...

Fernando dejando atrás la Zaragozana
... se llega enseguida a la tercera cima del día, el Recuenco (1.972 m.).


También situada en el borde de una faja rocosa en semicírculo sobre el valle del Cuarto del Prado.
La intención era bajar hasta allí salvando la faja rocosa por alguna de sus pequeñas chimeneas. Tarea peligrosa ésta por la poca confianza que daban las cornisas de nieve en los bordes. Tuvimos que renunciar a ésto y seguir en dirección este hasta el corral del Recuenco de Arriba.

De bajada. Al fondo se distinguen las pistas de esquí de Valdelinares

Desde allí ya bajamos más seguros por su camino de acceso delimitado por una valla.



Preciosa la imagen echando la vista atrás sobre la faja rocosa del Recuenco.


(by J.Manuel)
Atrás queda el Alto del Recuenco
Llegamos al collado de la Cruz del Prado donde enlazamos con el GR-8 para volver a Valdelinares.
En este último tramo aparecieron algunas placas de hielo en la pista.



La nieve y el hielo hicieron que algún intrépido conductor (un grupo de tres 4x4) se quedase atascado y se las viese canutas para salir de allí.
Ya cerca de Valdelinares el camino se cementa y llegamos sin más contratiempos.



En el pueblo había un gran ambiente de gente que salió a disfrutar de la nieve aunque no como la pudimos disfrutar nosotros.

Salimos con -7ºC y llegamos con 0ºC .Como dijo Van Gaal. otrora entrenador del Barça : "Todo negatifooo . Nada positifooo"
Un picoteo al calor de la lumbre del bar y de vuelta para casa.
Para ser la primera invernal del año no ha estado mal. Ahora a esperar la siguiente.

(by J.Manuel)
Adéu.






CABAÑAL TEAM : PEÑA SAGANTA Y CASTILLO DE ESPADILLA (31/01/2015)

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Una ruta de las "clásicas". Imprescindible en el currículum de cualquier montañero que se precie. Y como con mis chicos del Cabañal Team estamos haciendo un repaso a los clásicos, hoy toca la Peña Saganta, la hermosa Peña Saganta.
Nos vamos a Espadilla como en mi anterior visita en Abril de 2012 para subir a la Saganta y de postre a su Castillo. Una jornada muy completa en la que no faltó de nada. Hasta la meteo nos dio de todo, solecito agradable, xirimiri, frío y viento.
En el enlace anterior tenéis la ruta más detallada de modo que no me extenderé mucho en la explicación del recorrido. No tiene problemas de orientación ya que seguiremos casi en todo momento las señales del PR-CV 314.
Mejor os enseño el reportaje fotográfico del día para acompañar algunos comentarios sobre la geografía y la orografía del lugar.
Rozaremos el Parque Natural de la Serra d'Espadán a pesar de quedar fuera de sus límites.
Nada más llegar a Espadilla giraremos a la izquierda hasta una pequeña pista polideportiva con una fuente. Allí encontramos las señales del PR-CV 314.


Iremos en dirección a la Fuente de la Piqueta pero antes visitaremos un pequeño jardín botánico.


Y subiremos junto al barranco de la Piqueta con nuestros dos objetivos del día :

La orgullosa Peña Saganta asomando por la izquierda y el Castillo de Espadilla a la derecha
Nos vamos alejando del Espadilla


Y llagamos a la Fuente de la Piqueta


Remontando el barranco del mismo nombre

La preciosa cresta que antecede al Castillo de Espadilla, al fondo el pueblo de Vallat
Tras una primera subida llegamos a un tramo llano por el paraje de la Olla antes de girar hacia el sureste para cruzar el barranco de las Carboneras.


Volvemos a ganar altura hasta llegar a los riscos bajo la cima de la Peña Saganta. Conviene acercarse a esas rocas desde donde obtendremos unas increíbles vistas hacia el norte

Abajo el Castillo, en el centro el pueblo de Toga, a la derecha abajo Espadilla, derecha arriba Argelita y más al fondo ...

 ... Penyagolosa of course
La cima (723 m.) ofrece unos estupendos miradores desde su vertiginosa cara norte.
El frío viento soplaba con fuerza y tuvimos que guarecernos bajo unas rocas para el almuerzo.
Fotos al canto y unos nubarrones que nos secuestran el sol, anticipo de lo que vendría después.
Aún así pudimos dejar constancia gráfica de nuestra visita a la cima con Penyagolosa y un maravilloso arco iris como telón de fondo.


Bonitos cortados y Espadán al fondo
Volvemos sobre nuestros pasos hasta el poste indicativo de la senda de bajada.


Sobre nuestras cabezas una oscura nube se empeñó en que sacáramos los chubasqueros y nos bendijo con un pequeño chaparrón. Y el sol retomó su reino.


Un aljibe al final de la bajada antes de llegar al Camino Viejo de Ayódar



El PR gira ahora hacia el norte para rodear la Peña Saganta por su cara este.



Llevamos el río de Ayódar o río Pequeño a nuestra derecha


Las paredes de la Peña Saganta
Pronto tenemos Espadilla de nuevo a la vista ...


... pero falta el postre.
Aparece el Castillo sobre su peña y a él que nos vamos.


En el recodo del barranco de las Carboneras, que volvemos a cruzar, reaparece la "cara bonita" de la Saganta ...


... y allí localizamos la fuente del Castillo.


No mana agua. Parece que desde allí se conduce hasta el pueblo por una canalización. Volveremos a ese punto una vez conquistado el castillo.
Siguiendo el PR llegamos al desvío desde donde iniciaremos la ascensión hacia las ruinas de la fortificación.


Toca remontar unas rampas durillas hasta los restos de sus murallas. Alberto pega un acelerón y nos deja con la lengua fuera.
Unas cuerdas (creo recordar que no estaban en mi anterior visita) nos facilitan la última trepada bajo las murallas y el acceso al recinto.



Las vistas desde la atalaya bien valen el esfuerzo.






Globularia alypum (Coronilla de fraile o de rey, alipo o cardenilla)
Bajamos por la misma senda ...



... hasta el desvío del PR que continúa por la izquierda de bajada hasta Espadilla, pero nosotros volvemos a la fuente del Castillo para seguir por su canalización ...



... colgada sobre el barranco.


La conducción atraviesa una pared rocosa mediante un pequeño túnel que le da un toquecito original al último tramo de la ruta.




Salimos del mismo y ya casi estamos en Espadilla.


No sin antes dar un último vistazo a la elegante Peña Saganta.



Finalizamos así una estupenda mañana montañera.
Hasta la próxima.

NOGUERUELAS - ALTO DE LA NEVERA (14/02/2015)

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Seguimos pisando nieve en la sierra de Gúdar. Decir Gúdar-Javalambre es decir nieve casi casi asegurada, y más en inviernos como el actual. Un par de buenas nevadas garantizan un buen manto durante varias semanas y eso a pesar de las continuadas rachas de viento que nos vienen azotando casi ininterrumpidamente desde el comienzo del invierno.
Nos vamos a Nogueruelas para subir al Alto de la Nevera (1.772 m.).
Un recorrido donde alternaremos senderos bien señalizados con tramos a nuestro albedrío, me explico :
Al inicio seguiremos un muy pequeño tramo del PP-TE 24 (Nogueruelas - Manaderas de la Val de Azoo), un tramo central en la parte alta donde podemos permitirnos el lujazo de transitar por la nieve entre una bonita pinada camino del Alto de la Nevera, y para finalizar enlazaremos con el PR-TE 30 (Nogueruelas - Linares de Mora) de vuelta a Nogueruelas.
Entremos en materia ...
Llegamos al bonito pueblo de Nogueruelas sin apenas rastros de nieve en el trayecto.


En la parte alta del pueblo y tomando por la izquierda la calle que sube junto al valle de los Planos localizaremos un poste con las indicaciones de los dos PRs por los que circularemos.

Un poste señalizador con pluviómetro incorporado
El cazador cazado
Pasamos junto a esta casa tan "artísticamente decorada"
Tomaremos el de la izquierda, PR-TE 24 en dirección a las Manaderas de la Val de Azoo. Enseguida lo dejaremos que se vaya por la izquierda una vez atraviesa el Arroyo de Rubielos. Nosotros seguiremos por su cauce que pronto se adentra por el Barranco del Cuarto.


No entraña dificultad caminar por él. En las proximidades de la fuente del Aguanaz el arroyo dibuja un pequeño salto.






Seguimos cauce arriba pasando junto a unas formaciones de roca estratificada y unos muretes de piedra.



En este punto nos encontramos un pequeño escalón rocoso por el que el arroyo intentó resbalar pero quedó atrapado por el frío.



Una vez rebasado este punto veremos que, por la izquierda, confluye otro pequeño barranco por el que continuaremos.


El del Cuarto se va por la derecha introduciéndose en la Hoz. Este barranquito subsidiario está profusamente tapizado de vegetación arbustiva, rosales silvestres, enebros, algunos pimpollos y un bosquete de carrascas cubriendo la ladera de la derecha.


Estaremos atentos a un rastro de senda que se eleva por esta ladera entre las carrascas ...



... ya que por ella saldremos del barranquito para llegar a una pequeña meseta donde se encuentra el Mas de Rioquiles.


Merece la pena escudriñarlo y disfrutar de las vistas desde allí.





Seguimos hacia arriba volviéndonos a encontrar con el Barranco del Cuarto.


El agua baja encauzada en una pequeña canalización.


Nos elevamos por su margen derecha por un bonito camino empedrado.


En las umbrías de la ladera opuesta aparecen los primeros rastros de una nieve que pronto pisaremos.
Pero antes, una bonita sorpresa. Las aguas del barranco se represan en un estanque que también ha quedado atrapado por el frío.


El laguito, la Balsa del Cuarto, es una gruesa capa de hielo con preciosos tonos azulados y grisáceos.
La tentación está ahí y Fernando es el primero en comprobar su espesor y consistencia. A decir verdad, fueron dos pedruscos los primeros en deslizarse sobre esta pista de patinaje.


Pasada la prueba del pedrusco, Fernando no dudo en seguir sus pasos y allí que se lanzó. Después le siguió J.Manuel quien nos demostró sus dotes como jugador de hockey.



Una vez comprobada la consistencia del hielo estaba claro que tocaba hacerse la foto de grupo allí mismo.

Tres montañeros vascos, del mismo Bilbao y otro de incógnito
Estaba claro que ese grosor del hielo no se había formado de la noche a la mañana, llevaría semanas así, lo que nos da una idea del fresquito que corre en el lugar. Deciros, que de vuelta en Nogueruelas, un lugareño nos comentó que el agua allí embalsada se usaría para combatir (Dios no lo quiera) los incendios y, en casos de necesidad, para abastecer al pueblo, a sus campos y a sus gentes.




Seguimos nuestra ruta bordeando el lago por la derecha para elevarnos por esa ladera por la que baja un riachuelo.


Viene de la Fuente del Cuarto.


A ella llegamos no sin antes volver la vista atrás para contemplar desde la altura el lago helado.


Desde la fuente, y sin senda definida, seguimos subiendo hasta enlazar con una pista, el camino de la Roya.

Manolo tomando una foto de la Loma del Cuarto
Lo tomamos por la derecha para luego, girar a la izquierda en el cruce inmediato.

Vista atrás con la Loma de las Artigas a la derecha, detrás de ella y al fondo se distingue la sierra de Javalambre
Seguimos por esa pista superando la cota de los 1.500 metros donde aparece la nieve. Una nieve que pisaremos en adelante.


Es hora del almuerzo. Buscamos un lugar a resguardo del viento y lo encontramos bajo unas rocas por encima del camino.

Veo, veo ...
Justo allí empieza una pequeña canal por la que continuaremos subiendo una vez contentemos las barrigas y entremos en calor.
Esta canal te evita un pequeño tramo de pista.


Una vez arriba la pendiente se suaviza. El paisaje ya es todo un precioso manto blanco bajo la pinada.



En este punto decidimos dejar los rastros de pista y atajar campo a través, siempre en dirección este, a la busca del punto más alto, es decir el Alto de la Nevera. Daba gusto pisar la nieve cuya capa superficial crujía a nuestro paso. En algunos puntos aumentaba en espesor y nos hundíamos hasta casi las rodillas.

(by J.Manuel)
Localizamos el vértice geodésico situado, como es habitual en muchos de la zona, sobre un pequeño pedestal al que hay que encaramarse.


Fernando arriba y Manolo llegando
Dicho y hecho.

(by J.Manuel)
De allí seguimos campo a través ...



... ahora desviándonos un poco hacia el noreste para asomarnos a las cornisas de la ladera este de la montaña.


Bonitas e infinitas vistas  que llegaban hasta otear el mar.


Por delante, la Sierra Férriz, las lomas del Mosquito, el Peñacalva y el Cabezo de las Cruces (Tercera altura de la Comunidad y en la mochila como próximo objetivo). Hacia el sur las sierras del Toro y Espadán.

Con el mar en el horizonte, a la izquierda el Cabezo de las Cruces y a la derecha al fondo las últimas estribaciones de Espadán
Desde esos miradores retomamos los caminos señalizados para conectar con el PR-TE 30 que nos bajará de vuelta a Nogueruelas.



Al principio es una pista (Camino del Tajal) que nos pasará junto a la Fuente de la Repullesa ...



... y el Mas del mismo nombre más abajo.




La bonita aguja con Rubielos de Mora al fondo
Pasaremos junto a una curiosa aguja rocosa (indagando sobre su nombre descubrí este interesante y curioso blog : Puntas Inaccesibles de Teruel que en la ascensión número 31 la denomina, como no podía ser de otra forma, como la Repullesa) y estuvimos tentados de cruzar por el hueco que deja con la montaña.

La aguja desde el otro lado
Veremos si es factible ...


Seguimos bajando hasta las ruinas del Corral de la Tejería.


Allí el PR se transforma en senda que corre paralela a la carretera A-1701 que va hacia Linares de Mora bajo los postes del tendido eléctrico.


Más adelante se separa de la carretera y comienza un largo tramo de pista con poco que reseñar.

Bonitas vistas sobre la nevada Sierra de Javalambre
Ya en las proximidades de Nogueruelas tendremos buenas vistas del recorrido en sus inicios con las Peñas de las Artigas y el Barranco del Cuarto.



Dejamos a la derecha el corral de Gil y llegamos al final.


Bajando hacia el coche aún tuvimos ocasión de charlar con un lugareño explicándole nuestro recorrido. Un tipo amable y simpático.


Y sí ..., sí hubo cervecita y una visita al horno del pueblo para volver a casa con algún dulcecito y un pan bajo el brazo, que no se diga ...
Adéu.

AITANA (21/02/2015)

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Cerramos, de momento, la trilogía invernal revisitando la Serra d'Aitana. La ruta de hoy, no se si catalogarla como invernal porque apenas sí pisamos nieve. Ahora, frío, lo que se dice frío, un montón. Un desapacible día que nos ofreció de todo. Empezamos con el cielo cubierto, apareció la lluvia, más arriba parecía aguanieve, arriba del todo ventisca, es decir nevada con fuerte viento para finalizar en la bajada con la aparición de tímidos rayos de sol y de un precioso arco iris (o arcoíris).
Una ruta bastante similar a la que realicé en marzo de 2012 (Aitana 2012) con alguna pequeña diferencia. Aquella se puede calificar como la subida clásica siguiendo el PR-CV 21 desde la Font de Partagat hasta la Font de la Forata (hoy haremos lo mismo) y desde allí enlazar con la opción del Passet de la Rabosa por el PR-CV 20 (nosotros haremos otra variante más directa del mismo hasta la cima) y que finalizó bajando hasta el Collado de Tagarina y enlazar con la pista del PR-CV 10 hasta la Font de Partagat, inicio y fin de la ruta.
Quien quiera subir a Aitana por las abruptas paredes de su cara norte tendrá que acercarse hasta la población de Benifato dejando la A-7 cerca de Cocentaina para tomar la CV-790 y la CV-70 y pasando por el puerto de Confrides. Una vez en Benifato nos desviaremos por la derecha siguiendo una carreterilla asfaltada que en poco más de 5 kms. nos acercará a la Font de Partagat.



El paraje de la Font, a los pies de la sierra, está muy bien acondicionado como área recreativa y de la fuente manan tres chorros de agua fresca.


Hace una rasquilla de campeonato pero nada con lo que nos espera allá arriba. El cielo plomizo, que tanto juego da para las fotos, deja el día un poco tristorro.
Desde la Font tomamos el Sender Botanic del Passet de la Rabosa (Aquí PR-CV 21), un bonito sendero que se va elevando hacia el suroeste por la ladera.



Hacemos una pequeña parada en la Font del Anouer, del Noguer o de Mendós que también la llaman.


Un hilillo de agua caía sobre la pila antes de abocar en una pequeña balsa.



Continuamos en ascenso y empiezan a caer las primeras gotas.

Casa sobre la Penyeta d'Andreu
Vista atrás sobre la Serrella
Vista hacia Aitana con sus características antenas y el radar
El camino se empina en una pequeña rampa y llegamos a un descansillo donde encontramos el pou de neu de la Font de la Forata (o Clot de Forata), uno más de los varios pozos de nieve que proliferan en la sierra.

En el Clot de Forata mirando hacia la Penya del mismo nombre

Un poco más arriba encontramos la Font de la Forata con su abrevadero en escalera.


Las gotas de lluvia comienzan a solidificarse y pasan a ser aguanieve.
En este punto y a propuesta de J.Manuel que ya conocía la opción, decidimos tomar el ramal del PR-CV 20 que sube directamente hacia la cresta de la sierra descartando el que se dirige hacia el Passet de la Rabosa por la izquierda.
Es una opción más rápida pero bastante más durilla ya que el sendero se eleva sin rodeos por la ladera. Pasamos junto a un pequeño abrigo bajo una gran roca que puede servir de refugio.




Luego nos adentramos en un bosquete de pinos y salimos de él bajo las paredes rocosas que dibujan una pequeña canal ...



... por la que accedemos a lo alto de la sierra junto al vallado de las instalaciones militares.


Vista de la canal de subida
Arriba arrecia la ventisca y no nos entretenemos en llegar junto al vértice geodésico que se encuentra en el interior del recinto. Ya quise llegar junto a él en mi anterior visita para hacerle una foteta pero un "amable" soldadito me invitó a dar media vuelta y a no hacer fotos, no fuera que pudiera revelar algún secreto de estado. Si queréis llegar al punto más alto, el techo de Alicante (1.557 m.), deberéis solicitar un permiso al Ministerio de Defensa (soldadito dixit).

Vistas hacia el noreste de la sierra con la Penya Forata en primer plano
Vistas hacia el sureste donde asoma la fantasmagórica silueta del Puig Campana
Con lo que corría por allá arriba continuamos el recorrido siguiendo los rastros de sendas que bordean los descomunales precipicios sobre el morro de la Penya Forata y la Penya Alta.

Hacia adelante vemos la Paret Alta y el Bardalet
Y si miramos hacia atrás tenemos una bonita imagen de la Penya Forata
Las vistas hacia las dos vertientes de la sierra son increíbles por más que, en esta ocasión, la ventisca tratara de impedírnoslas.
Ya hacía un buen rato que el cuerpo pedía el avituallamiento. En esas condiciones lo mejor era llegar hasta las simas o avencs de Partegat donde encontraríamos cobijo. Y eso hicimos. Un espectacular rincón de Aitana donde la superficie calcárea de la tierra se fractura de manera traumática creando unos profundos tajos de estructura todavía viva geológicamente hablando.





Allá que bajamos para resguardarnos de la ventisca y poder almorzar con calma. Una pequeña cueva fue el marco para el evento.


Evitamos el viento pero el frío persistía ...
Y hago un inciso al respecto. Yo no se vosotros cómo capeáis eso del frío. Hay gente que lo sufre menos y no estoy hablando de llevar más o menos ropa o de la calidad de los materiales, no, no es eso. Muchos lo notaréis más en los pies o en las orejas o en la cara. Mi punto flaco son las manos. En estas condiciones siempre se me hielan por más guantes que me ponga. Al final me he comprado uno de esos calentadores de solución sobresaturada de acetato de sodio. Sí, esas bolsitas con una sustancia líquida que llevan un disco de metal dentro que al doblarlo provoca una reacción exotérmica que hace que se los cristales precipiten y la bolsa se endurece.


Generan bastante calor durante un par de horitas. Y además se pueden reutilizar tras meterlas en agua hirviendo durante diez o quince minutos. Parece que me van bien.
Tras el almuerzo troglodítico proseguimos el cresteo en dirección este pasando por los bordes de las grandes paredes de las lomas que se van sucediendo.

(by J.Manuel)


Vistas hacia el mar, delante destaca el pintoresco Penyó Roc
La nubes seguían ocultando la cima del Puig Campana
Lomas con nombres tan sugerentes como La Paret Alta, el Bardalet, Els Picatxos, El Rastrell, o Els Romputs.
Conforme bajábamos hacia el Portet de Tagarina el viento se calmaba poco a poco y el cielo, a ratos, se abría y nos dejaba admirar las siluetas del Puig Campana, el Ponoig, las sierras de Bernia, Ferrer, l'Aixotà o la Serrella, la Vall de Guadalest con el pueblo y el embalse.

Vistas sobre la Serra de Bernia y medio oculto,el Penyó d'Ifach
Vistas sobre la Vall de Guadalest y L'Aixortà
Guadalest y su castillo
Nos recreamos en su contemplación y llegamos al Portet ...



... donde giramos a la izquierda para tomar el camino de vuelta siguiendo el PR-CV 10.

Vistas al norte sobre L'Aixortà y la Vall con Guadalest y Benimantell
Vistas al oeste sobre la Serrella y Confrides con la Penya del Castell
A mitad de este camino nos desviamos por un sendero a nuestra izquierda que sube por la ladera. Es la zona protegida y repoblada del Runar dels Teixos.


Fruto del  Crataegus monogyna (Espino albar o Cirerer de pastor)
Allí localizamos otro pozo de nieve bastante bien conservado, el Clot dels Teixos, donde nos hicimos una bonita foto de grupo con excelentes vistas.



El sendero vuelve a bajar al camino y durante el descenso un precioso arcoiris enmarcaba la vertiente oeste de la Vall de Guadalest y la Serrella.


Una verdadera maravilla que nos dejó boquiabiertos.

El Runar dels Teixos bajo las paredes de Aitana

Y poco más que contar hasta la Font de Partagat, un bonito enclave dominado por el Penyó Rapel ...


... donde algunos almendros comenzaban su espectacular floración desperezándose del letargo invernal.


Ya hacía menos frío y las nubes seguían ancladas en lo alto de la sierra. Nosotros nos despedimos hasta la siguiente visita, que la tendrá. Y de vuelta a casa un pequeño alto en el hostal "El Pirineo" de Confrides (no en balde estamos en el Pirineo alicantino) para repostar con zumo de cebada.

(by J.Manuel)
Adéu.



EL RÍO BOHILGUES (06/12/2014)

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Fuimos en busca del otoño pero apenas quedaba rastro.
Fuimos en busca del otoño y lo vimos en el suelo convertido en alfombra.
Fuimos en busca del otoño pero ... llegamos tarde.
Fuimos en busca del otoño y nos encontramos con el invierno.
Fuimos en busca del otoño y descubrimos un hermoso paraje, un pequeño río de aguas cristalinas, un bonito pueblo, con gente encantadora y feliz por vivir en tan inmaculado entorno.
Vinimos con la esperanza de saborear los últimos coletazos del otoño a sabiendas de que el apogeo cromático de los caducifolios hacía semanas que había pasado. A pesar de todo volvimos muy contentos por haber disfrutado de un paisaje idílico. El otoño había caído y caminamos sobre él. Un verdadero placer.



El sendero del Bohilgues es un clásico otoñal al que le tenía muchísimas ganas y que, a pesar de todo lo dicho anteriormente, nos dejó muy satisfechos. Este pequeño río nace en el término municipal de Vallanca y tras un corto y bello recorrido vierte sus aguas al Turia, en Ademuz. El tramo entre estas dos poblaciones es el verdadero atractivo de esta ruta. Los actores principales de esta joya son, por una parte, el propio río con unas aguas cristalinas que discurren entre huertos en las proximidades de Vallanca y Ademuz y que, en su tramo medio, se encajona en una hoz y dibuja pequeñas cascadas. Y por otra parte, la vegetación de ribera, la estrella de la película. Chopos, nogales, arces, olmos, fresnos, abedules, abrazadoras trepadoras, escoltan el cauce, declarado como Microreserva de Flora.


El recorrido está señalizado como PR-CV 131.6 y discurre entre Ademuz y Vallanca, poco más de 12 kms. entre ida y vuelta. Nosotros, tratando de evitar esa ida y vuelta por el mismo trazado, seguimos la ruta descrita por el amigo Pablo en su Blog, de tal manera que haremos el camino de ida hasta Vallanca subiendo hasta el altiplano del Cerro Negrón. Un tramo por pistas sin dificultad de orientación. En su parte final conectaremos con la Vereda del Camino de Aragón y Valencia que desciende hasta Vallanca enlazando con otra variante del PR-CV 131(PR-CV 131.2 o Ruta de Cavanilles que va desde la aldea de Negrón hasta Castielfabib). A decir verdad, lo más destacable de este tramo son las vistas de la hoz del Bohilgues y de las montañas de Javalambre, y visto lo que nos deparará la segunda parte, no habría ningún inconveniente en repetir el tramo del río haciéndolo en los dos sentidos.
El inicio lo encontramos justo en la entrada sur de Ademuz llegando por la N-330. Junto al cuartel de la Guardia Civil y cuando la carretera cruza el Bohilgues, giraremos a la izquierda (hay una señal que reza "Fuente de Juan Manzano - La Hoz"), conviene dejar el vehículo por allí mismo. El acondicionado rincón de la Fuente Vieja y su lavadero será el punto de inicio.



Ante la "tocata y fuga puentera" del groso del grupo, hoy me acompañan MªÁngeles y Manolo M.
Hace un frío que pela.
Unos paneles nos describen la ruta del río junto al Centro de Interpretación del Agua.





Cruzamos un puentecillo  y seguimos el camino aguas arriba pasando junto al Molino Viejo.
Unos metros más adelante cruzamos de nuevo el río para seguir por la pista, el sendero por el que volveremos se va, allí, por la derecha del cauce.






La pista, siempre en ascenso, se eleva sobre el Cerro Negrón y nos ofrece buenas vistas.

Vistas sobre Ademuz
La Hoz del Bohilgues
Vistas sobre Vallanca
Transitamos por la ladera, repoblada de pinos, junto a bancales de almendros.
Llegamos al altiplano donde nos recibe un gélido viento. Iremos siempre en dirección oeste y sin abandonar la pista. Pasamos junto a más bancales de almendros, corrales en ruinas y una cabaña de pastor.




Llevamos recorridos unos 6.5 kms cuando llegamos a un cruce de caminos. Es la vereda del Camino de Aragón y Valencia. Giramos a la derecha y enseguida enlazaremos con el PR-CV 131.2.


Iniciamos el descenso hacia Vallanca por un bonito camino, más empinado en su tramo final, la Cuesta de Moya.




Antes de llegar al pueblo encontramos un enorme roble donde nos hicimos la foto de grupo.




Nos reencontramos con el río y lo cruzamos por "La Puente".


La exuberante vegetación de ribera nos daba la bienvenida.


Una escalinata de madera nos sube hasta la Cueva del Hocino, una cavidad de toba calcárea (piedra fosca) ya descrita por Cavanilles.



Está protegida por una valla.


Desde allí seguimos callejeando hacia la parte alta del pueblo ...



... donde encontramos la coqueta Taberna Pepajilo, un recomendable lugar donde hacerse unos pinchos (preparaban el día del ídem) y donde la dueña nos atendió de maravilla.


Eso sí, un almuerzo atípico en nosotros. Pero el día y la compañía invitaban a ello.



Dejamos Vallanca por la carretera que sube desde Ademuz para desviarnos por la izquierda siguiendo el PR-CV 131.6.



Nos acercamos hasta las ruinas del Molino de la Villa ...



... mientras el camino nos baja, entre pequeños huertos, hasta el río Bohilgues.


Empieza el espectáculo sensorial.




Y eso que el otoño ya está en el suelo, pero ... ¿y qué placer da el pisarlo?. Llegamos al cauce y, sorpresivamente, baja seco.


No puede ser, me digo. Un amable lugareño nos aclara que el agua, cual ojos del Guadiana, se esfuma durante algunos metros para reaparecer más adelante junto a la Fuencaliente.



Una fuente que mana bajo los muretes del ribazo.




Continuamos aguas abajo hasta la Veguilla. Nos acercamos al puente para disfrutar con un bonito salto de agua.





Seguimos junto a unos pequeños huertos con nogales y caquis.



El río se encamina hacia la garganta de la Hoz.


El sendero se aleja de él pero por breves momentos ya que volveremos a su orilla tras un bonito descenso.





Nos acercamos para ver otra bonita cascada, antesala de otra más alta que aboca a una bonita poza.


La podemos ver desde arriba, alejándonos del sendero, y bajar luego hasta ella.



Sin duda, un precioso rincón merecedor de un montón de fotos.



Volvemos a alejarnos unos metros del río que continua su caída por la Hoz para volver a su vera que ya no dejaremos hasta el final.



El bosque de ribera se manifiesta aquí de manera apabullante.


El camino se convierte en un sendero botánico con carteles que nos ayudan a interpretar el ecosistema y a identificar las especies vegetales.






Nuevos saltos de agua que no hay que perderse.


La hoz se abre antes de llegar a un puente junto a una antigua estación hidroeléctrica.




A unos metros se localiza un fresno monumental, casi desnudo de hojas.


Cambiamos de orilla brevemente antes de llegar a una pequeña construcción a modo de refugio ...


... y a la fuente del Tío Manzano.


Su acceso está cerrado aunque un poco más adelante mana escasa por una grifo de caña.


Otro pequeño salto de agua ...


... y enlazamos con el tramo del inicio junto al Molino Viejo.



Una pena que esto se acabe porque ha sido una gozada para los sentidos y para el alma.
Y eso que llegamos tarde al otoño ... ¡me cachis ...!.


Para que no se nos olvide ya la hemos puesto en la agenda del año que viene. Finales de octubre, primeros de noviembre ... pero volveremos para disfrutar de los colores del otoño. Espero poder contároslo, amigos.
La mañana la rematamos con unas cervecitas con mis amigos de Casa Domingo que siempre me llenan el coche con las sabrosas manzanas esperiegas, un tesoro más de mi querido Rincón de Ademuz.



Adéu.

CASTELLAR DE MECA POR EL RINCÓN DE SAN PASCUAL CON CABAÑAL TEAM & FOS FILMS (28/02/2015)

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Tercera visita (La última en 2011), y a buen seguro que no será la última, a esta maravilla que es el Castellar de Meca. Un lugar mágico y un tesoro arqueológico que no os deberíais perder.
Si además está enclavado en un atractivo paraje natural como es la Sierra del Mugrón, miel sobre hojuelas. Pero aún hay más, por si la visita al Castellar (que se justifica por sí sola) no fuera suficiente, accederemos al yacimiento después de visitar otra maravilla natural como es el Rincón de San Pascual, una curiosa formación rocosa con un aura misteriosa. Y más todavía, un recorrido por un amplio tramo de la cresta de la sierra que en su vertiente sureste se desploma en agrestes cortados que nos ofrecen unas vistas increíbles.
¿Se puede pedir algo más?. Por pedir ... pediría la compañía de un buen grupo de amigos y un remate gastronómico a la altura de la ruta. Pues petición concedida, allí que me llevé a mis amigos del Cabañal Team (queda patentado el nombre) y a los de Fos Films, no en vano lazos fraternales unen a ambos, con los que compartí mesa, mantel y unos estupendos gazpachos de la zona.
Vayamos por partes. Antes de empezar, una advertencia ... tanto el Castellar como alguna zona más que pisaremos son de propiedad privada. El Castellar de Meca, además, es Monumento Histórico Artístico declarado en el año 1931 y la Ley del Patrimonio Histórico de 1985 obliga a sus dueños a permitir libremente el acceso cuatro días al mes, en este caso los domingos de 9 a 14 h. Además cobran unos eurillos por aparcar en la pedregosa parcelilla del inicio de la ruta. Dicho lo cual y ante la imposibilidad de hacer la visita dominical al yacimiento y ampliándola además con el recorrido por parte de la Sierra del Mugrón, la hicimos en sábado. Mis disculpas a la propiedad y decirles que cuidamos muy mucho el recinto. No estaría de más que, por el precio del parking, te ofrecieran una pequeña información gráfica del yacimiento (mucho pedir sería una visita guiada) y que el recorrido estuviera señalizado y más cuidado para no perderse ningún detalle de esta maravilla.

Está claro ¿no?
Esto le daría más atractivo si cabe y atraería a más visitantes que desconocen su existencia. Mucha información del lugar (si exceptuamos la específicamente técnica o arqueológica) proviene de blogs y webs senderistas Y es que estamos hablando de una de las ciudades íberas más importantes de la península.
Consideraciones aparte, vayamos al grano ... o mejor dicho, vayamos a Alpera, provincia de Albacete, entre los términos de Almansa y Ayora. Yendo por la carretera N-330 entre esas dos poblaciones, tomaremos la CV-437 que va hasta Alpera. Un par de kilómetros antes de llegar al pueblo veremos un desvío por la izquierda que indica el Poblado Íbero. Siguiendo las indicaciones llegaremos a la zona de aparcamiento. Frente a nosotros la Sierra del Mugrón en toda su extensión.


Desde allí y sin señales aparentes caminaremos entre una pequeña pinada y los campos de cereal en dirección a la sierra, dejando el Puntal de Meca a nuestra izquierda, por allí volveremos.


Enseguida encontraremos un amplio camino que tomaremos por la derecha en dirección sureste.

Seguimos al frente 
Vista atrás sobre el Castellar de Meca
Ese camino nos conduce a la Casa del Heredero, una bonita finca y sus instalaciones agropecuarias.




Un poco más arriba está su fuente con aljibe.


La sobrepasamos continuando de frente bajo las faldas de la sierra.
El camino va girando y elevándose hacia el este junto a un barranquillo.
A nuestra izquierda las paredes agujereadas de la sierra ...


..., a la derecha más paredes, las del Cerro Morcillo. Frente a nosotros aparece una gran roca con forma de, echando mano de nuestra imaginación, tortuga gigante.




Un misterioso rincón donde dar rienda suelta a la fantasía. Es el Rincón de San Pascual. Una ventana en el tiempo que nos conduce a otro mundo. La imaginación todavía se desborda más a la vista de los petroglifos bajo su gran arco.




Obviaré otros más actuales realizados por algún(os) vándalo del siglo XX o XXI.
Sin duda, un sitio de lo más pintoresco. Pero guardaos fotos que esto no ha hecho mas que empezar.



Después de la recomendable visita al lugar, un senderillo que enseguida se desvanece nos subirá hasta lo alto de la sierra.

Abajo ha quedado el arco de San Pascual y asoma por el centro el Puntal del Mugrón
Aquí comienza la segunda parte. Llegamos a los mismos bordes del cordal montañoso (Cortados del Mugrón) que se asoman hacia el este.



Allá abajo y tras los verdes ribetes de la pinada tenemos el fértil valle de San Benito, antes laguna (permanente hasta el S.XIX cuando fue desecada por el drenaje de un río) y hoy en día con encharcamientos ocasionales en época de lluvias. El lugar está incluido en el Catálogo de Zonas Húmedas de la Comunidad Valenciana y forma parte de la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario (LIC).



Llegados a este punto buscamos unas rocas que nos resguardaran del frío viento que soplaba para un soleado almuerzo (¡vaya salchichón casero más bueno José Luis!).


Tras el alto en el camino proseguimos por la arista del Mugrón. Os recomiendo hacerlo, en la medida de lo posible y si el vértigo no os lo impide, por la misma arista.


Disfrutaréis de una postal tras otra. Arcos rocosos, ventanas, abrigos, cavidades, paredes con grandes patios.




Se puede circular siguiendo el rastro de algún senderillo, fruto del paso de los animales, más evidente si nos alejamos del borde. Sortearemos la parte más alta de la ruta, el Puntal del Mugrón (1.110 m.) y seguiremos hacia el norte por los bordes del acantilado.



La sierra va girando hacia el oeste y llegamos a un punto donde los cortados y la vegetación nos impiden continuar. Es el momento de irse hacia el interior siguiendo los rastros de senda, sin alejarse mucho. En ese momento apareció un numeroso grupo de cabras montesas (hembras y cabritos) que no dudaron en lanzarse destrepando por los verticales cortados para salir airosas de la encerrona que se provocó entre la escarpada orografía y nuestra presencia.


Siempre es un espectáculo el verlas en plan acróbatas funambulistas.



El espectáculo de la fauna salvaje del Mugrón nos dejó pasmados.
Seguimos hacia el norte hasta que la sierra se desploma bajo nuestros pies y enfrente, como una isla, aparece la meseta del Castellar de Meca.

La meseta del Castellar y al fondo, el pueblo de Alpera
Para acceder a ella localizaremos hacia el este, en el mismo borde de la sierra, una pequeña cruz (lo que queda de un cartel de coto de caza) donde nace un discreto senderillo entre las rocas por donde descenderemos.



Giraremos hacia la izquierda bajo las paredes de roca siguiendo los rastros de los senderillos que dejan los animales. Se nota que estamos en la Umbría de Meca. Algunas carrascas, pinos, enebros, trepadoras y monte bajo cubren este bonito y húmedo rincón.


Pasaremos junto a un abrigo rocoso, un dormidero de cabras o jabalíes.


El sendero acaba saliendo de la umbría para enlazar con el istmo que une la sierra con el Castellar de Meca cuyos primeros rastros de muralla aparecen ante nosotros.

Un trozo de muralla (¿parte de un torreón?) nos da la bienvenida al Castellar de Meca
De allí arriba venimos
Y es aquí donde comienza la última parte de la ruta, la más espectacular sin duda ... nos adentramos en una auténtica ciudad íbera o ibérica. Retrocederemos hasta los siglos V y II a.C.
Llegamos a los pies de la muralla y, a su derecha, encontramos una de las puertas de entrada al poblado. Las formas y las marcas en las piedras trabajadas nos indican que este era uno de los puntos de acceso.


La ubicación del recinto facilitaba su defensa. De eso se encargaba, por una parte, la propia naturaleza del terreno y en las partes más accesibles, la mano del hombre esculpiendo los enormes bloques que conforman la muralla.


Una vez arriba ya vemos los primeros aljibes o depósitos de grano (se contabilizan más de cien en el poblado) ...


... antes de encontrarnos con el Camino Hondo, una gigantesca obra de ingeniería que destaca sobre todas las demás en el lugar, que ya es decir.


Un camino excavado en la roca por el que accedían los carros a la ciudad.


Se observan los grandes surcos para las ruedas y en las paredes unas hendiduras para, mediante palancas de madera, poder echar el freno a los carros y poder así superar la pendiente.



El camino dibuja además un gran giro en su subida bien visible desde arriba.



Llegar a la parte más alta de la ciudad siguiendo esta gran avenida resulta una experiencia inolvidable.


Más aljibes con sus canalillos de desagüe y recintos que debieron ser casas, bancos labrados en la piedra, restos de cerámica, escaleras etc. se reparten por el lugar.





Con estos decorados lo mejor es dejarse llevar por la imaginación para hacernos pasar, aunque sólo sea un momento, por auténticos pobladores del lugar, los íberos.
Lo más aconsejable es recorrer el lugar con calma y a nuestro antojo.
Llegamos en nuestro trazado al Puntal de Meca, el extremo noroccidental de la Sierra del Mugrón, desde donde tenemos unas magníficas vistas de la llanura de Alpera y los Caseríos de Meca y de los Palancares de Arriba.

Vistas al suroeste sobre tierras castellano-manchegas, al fondo el Puntal del Mugrón, el punto más alto de la Sierra
Vistas al norte. Abajo el caserío de los Palancares de Arriba
Toca ahora bajar del poblado y lo haremos por un sendero trabajado entre las paredes de la montaña...


 ... a la derecha la gran cavidad de la Cueva del Rey Moro. Descenderemos por una gran escalinata en la roca (parece que es bastante más moderna, principios del XIX) ...


... y llegaremos a la Fuente del Rey Moro (ni gota de agua en esta ocasión) ...



... y más abajo a un aljibe cubierto.



Entre ambos distinguimos otra vía de acceso a la ciudad que sube hacia el Puntal bajo la Cueva del Rey Moro.

La cueva del Rey Moro desde la fuente, a la izquierda se ve otro camino de acceso

Por este vial transitaremos un tramo de la bajada rodeando hacia el sureste las laderas del Puntal de Meca.
Seguimos descendiendo hasta conectar con un amplio camino del que saldremos (hay una fita) por la derecha para, bien adentrarnos en una pequeña pinada para atajar o seguir entre ésta y el campo de cereal contiguo antes de llegar al aparcamiento dando así por finalizada la ruta.
La guinda a la jornada la puso una excelente gazpachada en La Ventica (excelente la comida y buena relación calidad-precio, un recomendable y solicitado lugar).


(by J.Luis)

(by J.Luis)
Desde estas páginas, dar las gracias a Lola, Nuria, Jesús, Rafa, Manolo, José Luis, Miguel Ángel y Ricardo por la estupenda jornada sabatina, esperando que quedaran satisfechos (doy fe que sí) y enamorados del lugar ... yo lo estoy.

(by J.Luis)
Adéu.
P.D. Os dejo un par de enlaces con buena y curiosa información del lugar.
El Rincón de San Pascual (visto por D. José Soler Carnicer, escritor y periodista)
El Castellar de Meca (y sus accesos por D. Santiago Broncano Rodríguez del Servicio de Investigación Prehistórica de la Diputación de Valencia).




EL CASTILLEJO Y EL CARRASCAL VERSIÓN HEAVY (14/03/2015)

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Teníamos una espinita clavada desde el día que subimos al pico Bellota por la pedrera sur (la última ruta del pasado 2014). Una pedrera que se está labrando la fama. Aquel día nuestro plan era rematar la jornada con la subida al Castillejo dada su proximidad, pero unas escopetas nos impidieron el acceso a esta cima, menor de entre las clásicas de Espadán pero no exenta de belleza.
Dicen que no hay mal que por bien no venga y es que, debido a esa renuncia, descubrimos la hermosa pedrera (va de pedreras la cosa) que se escurre entre la ladera del Castillejo y el puntal que lo escolta (yo le llamo su nariz aunque en algún lugar he visto el nombre de Peña Asolá) y que muere al pie de la pista de la Sierra, por donde tuvimos que volver en aquella ocasión a Azuébar.

Así lucía aquel día
La imagen de esa pedrera y la pequeña canal que se adivinaba más arriba se me quedó grabada. La intención de remontarla se convirtió en un reto y había que hacerlo realidad.
Y ya que estábamos aquí, ¿por qué no subir al Carrascal?, otra de mis pendientes.
El guante estaba lanzado y J.Manuel lo recogió. No sólo eso si no que además la subida al Carrascal la haríamos en plan investigación y aventura. Se trataba de subir por su ladera Este partiendo del sendero de acceso al Castillejo. Una ladera culminada por los farallones rocosos bien visibles y característicos del Carrascal.
Entremos pues en materia porque la jornada de I+D fue de lo más fructífera, divertida, dura y no exenta de riesgos.
Desde Azuébar seguimos en coche por el camino asfaltado de los Chorros y el camino de la Sierra. Al llegar al paraje de Menda localizamos en un margen del camino una entrada a unos bancales abandonados donde estacionamos.


Allí iniciaremos el pateo siguiendo ese camino que va paralelo al barranco de la Sierra. La pista cruza más adelante ese barranco y continúa ahora por su izquierda. Nos acercamos a los Estrechos, el barranco por la derecha es el del Capitán. Ya hace un buen rato que tenemos enfrente mi amigo el Bellota ...


... y pronto aparece el Castillejo.

El Castillejo y el Carrascal ... ¡a por ellos!
Nos plantamos a su altura justo en una curva del camino donde se cruza el barranco en los Estrechos.


Unos bolardos delimitan ese camino con la base de la hermosa pedrera del Castillejo. No es ancha y está ribeteada con el verde de los matorrales y la coscoja, pero la pendiente que se aprecia es de las que te echan para atrás.


En esto de las pedreras, además de la pendiente, que en mayor o menor grado va a ser siempre pronunciada, importa y mucho el tamaño de las piedras. A más pequeñas y sueltas menor tracción, das un paso adelante y dos para atrás.


Aquí había de todo.



Salvo un par de losas grandes donde darse un respiro, había poco donde agarrarse.


Un poco más arriba nos arrimamos al lateral herboso de la izquierda.



Seguimos subiendo y cada vez hay más rocas grandes que dan más seguridad.


Nos iremos acercando ahora a la parte derecha bajo los escarpes rocosos del Castillejo.


Rodearemos unas chumberas por la izquierda antes de que la canal se abra.

Vista hacia abajo


Es entonces cuando iniciaremos unas sencillas trepadas hasta alcanzar la cima.



Prueba superada. El tramo recorrido, la pedrera, tendrá unos 200 - 250 metros en los que salvaremos 190 de desnivel. Ha estado disfrutona la pedrera, sí señor.

Aquí se aprecia el final de la canal
En lo alto encontraremos restos de una fortificación y el foso de lo que parece un aljibe.

Cima del Castillejo con el Carrascal mirándonos por encima
Panorámica hacia el sur con el perfil de la Calderona
Felices y contentos nos dispusimos a almorzar acurrucados en el foso ya que el vientecillo era frío, frío.


Fotos con nuestro siguiente objetivo a nuestras espaldas.

(by J.Manuel)
Toca seguir. Bajamos del Castillejo destrepando el mismo camino hasta la primera repisa desde donde seguiremos por la derecha (oeste).





Para seguir el sencillo destrepe ...


... hasta el Pozo de los Moros ...



... y un poco más abajo llegamos al colladito donde enlazamos una senda, el camino lógico de ascenso al Castillejo.


Panorámica al este con el Bellota, el Puntal de l'Aljub y a la derecha el recién conquistado Castillejo
Seguiremos por la derecha. El sendero tiene su encanto entre carrascas y las primeras sureras.


Como os comentaba al inicio, esta era la senda por la que pretendíamos llegar al Castillejo el día que nos topamos con los escopeteros y dimos media vuelta.
Recorreremos poco más de 500 m. por la misma hasta una curva a izquierdas (justamente el punto donde reculamos en aquella ocasión). En este punto comienza la segunda aventura del día. Vamos a intentar subir desde aquí al Carrascal.

Desde aquí enfilaremos hacia el Carrascal
Y nos despediremos del Castillejo
No hay ninguna marca, señal ni fitas (todo llegará ...) y lo hacemos a criterio de cada uno. Al principio iremos superando unos abancalamientos por donde mejor podamos.



Lo bueno de ir en grupo es que nos podemos separar para investigar y acertar con los pasos más enmarañados. Los matorrales y la espesura de las carrascas hace que muchas veces demos media vuelta, con algún arañazo que otro, para buscar otra altenativa. Entre unos y otros vamos superando los primeros escollos.
A medida que subimos, la ladera se va despejando. Atravesamos un pequeño canchal.


Sobre nuestras cabezas tenemos los primeros farallones rocosos del Carrascal.



Habrá que lidiar con ellos. A partir de ahí comienza la diversión. Algún que otro paso expuesto, pequeñas chimeneas, repisas y miradores.







Montaña en estado puro. Una gozada.
-¿Qué tal por ahí Manolo?
- Imposible ... ¿y tú Paco?
- Sí, venid por aquí, parece que hay un paso.


Así vamos progresando en la montaña.
En un momento dado vamos girando hacia el noroeste.

Sorteamos un pequeño barranquito por arriba

Hay que rodear estos farallones por su base

A lo lejos vemos el collado (¿de los Mondragones?) por donde pasa el sendero de subida normal.


Puede ser una escapatoria para enlazar...
Pero llegamos a la base de una estrecha pedrera (subsidiaria de otra más grande más abajo). Pues nada, pedrera que te crio. Esta es cortita pero la pendiente es guapa, guapa.


Las piedras son medianas, poco donde agarrarse.


Toca separse porque de vez en cuando se escapa alguna rodando ... ¡piedra va!. Mucho ojito cuidadín. No está de más el casco.



La pedrera se culmina en un bosquete de carrascas ...


... y tras unas cortas trepadas encontramos las primeras fitas. ¡Estamos en el Carrascal!. Prueba superada.
Repisas, gendarmes, el rodeno en todo su esplendor.



Toca deleitarse con las vistas desde esta vertiente.

A nuestros pies el Castillejo
Vistas al Norte
Y al sur
Y al Este, con el Bellota, el Puntal de l'Aljub y en el centro-abajo, el Castillejo
Mirada sobre mi querido Bellota y sus pedreras
Vistazo al Norte
La cima hace honor a su nombre ya que es una tupida maraña de carrascas.


Lo mejor, sin duda, la escarpada cara este. Una gozada haberla tachado de la lista y más de la forma en que lo hicimos. Fotos y más fotos y para abajo.


Ahora por la vía "normal". Pasando por el collado ...



... y siguiendo hasta localizar la senda que, por la derecha, nos bajará hasta la pista del Castillejo.
Inevitable no mirar atrás para despedirnos de esta montaña.

El tramo último de subida al Carrascal por la canal y su pedrera






Bye, bye Carrascal
La pista tiene poco que contar aunque no por ello desmerezca, en absoluto. Discurre junto al Barranco del Capitán. Bonitos ejemplares de surera salpican el camino que no se hace pesado.



Pasaremos de nuevo bajo el Castillejo y su pedrera ...



... antes de volver a los coches por camino conocido.
Y así finalizó la aventura. No teníamos ninguna duda de que esta ruta de investigación acabaría de manera exitosa. Lo que no sabíamos es que iba a ser condenadamente divertida ... y dura.
Se merece una revisita para, en la medida de lo posible, hacerle un marcaje para facilitar su difusión.
Todo llegará.
Aquí van las dos ascensiones a vista de pájaro :



Adéu.






ARES - BARRANC DELS MOLINS - BARRANC DE CANTALLOPS (28/03/2015)

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Preciosa ruta indispensable en el zurrón de cualquier senderista (o no) que se precie. 
Dos partes bien diferenciadas en la misma : la primera nos llevará a conocer y recorrer el Barranc dels Molins, un conjunto de cinco molinos harineros construidos a partir de la segunda mitad del siglo XVIII, estratégicamente situados a lo largo del barranco con el fin de aprovechar sus aguas. El conjunto fue catalogado y declarado Bien de Interés Cultural en 2009. Y el recorrido está perfectamente señalizado como SL-CV 45. 
En la segunda parte de la ruta recorreremos la parte alta del Barranc de Cantallops por una estrecha faja que nos descubrirá rincones de gran belleza y excelentes vistas en un entorno agreste.
El remate a la jornada lo haremos volviendo a la localidad de Ares del Maestre por el sendero de los Cingles o Camí de la Mola, también señalizado como SL-CV 46.
Nos vamos a Ares al reclamo de las últimas lluvias caídas días antes y que prometían un decorado espectacular. Ya en el viaje hacia la población eran visibles los efectos de esas abundantes lluvias (hasta 300 litros en tres días) en ramblas, barrancos y carreteras. En la parte alta, y hablo de Ares, los efectos del temporal también se dejaron notar con algunos desprendimientos en la carretera de acceso y en la misma población. Como veréis más adelante, el Barranc dels Molins, objetivo de la visita, llevaba agua y los saltos y cascadas mostraban un moderado caudal nada comparado con lo que debió de ser en pleno apogeo del temporal. En estos terrenos de la parte alta de los torrentes, el agua desciende rápidamente y aumenta su caudal a medida que baja y recoge la aportación de sus ramblas subsidiarias. Con todo y con esto el Barranc estaba precioso.




Comenzamos la ruta saliendo de Ares por el Portalet de les Roques ...



... donde tenemos el panel informativo del Camí dels Molins. 




Un azagador y una bonita senda empedrada nos bajará en constante zigzagueo hasta el Barranc dels Molins. 





Viola alba anunciando la primavera
El sendero aboca a una pista cementada por la que llegaremos al primer molino.


Antes de llegar al mismo nos desviaremos hacia el cauce del barranco para descubrir un bonito puente de piedra que lo cruza. 


Vistas sobre Ares
Cauce abajo las aguas del Barranc dels Molins se unen a las del de Cantallops y las del Barranc de la Canaleta para formar la Rambla Carbonera. 
Ahora llegamos al primer molino (el último en aprovechar las aguas del barranco) el Molí del Sòl de la Costa (1.796 - 1.798). 




La "Garra protectora"
Es el más moderno y el que mejor conserva los mecanismos de moler. Además del edificio del molino hay un Mas anexo. Destaca el monumental acueducto que lleva el agua desde la balsa al cup por donde cae y mueve las ruedas (dos en este caso) situadas en la parte baja (el carcau). 


A la otra orilla de la rambla hay un gran aljibe cubierto y su fuente.



Seguimos aguas arriba dejando el barranco a nuestra izquierda flanqueado por vegetación de ribera y que dibuja algunos bonitos saltos.


Vista atrás sobre el Molí del Sòl de la Costa, su balsa, su acueducto y el Mas 
Llegamos al segundo molino, el Molinet del Bassot o Molí de la Bassa Redona (1.755 - 1.760), quizás el menos llamativo. 



El agua, procedente del Molí de Dalt, se encauzaba subterráneamente hasta el lecho del barranco desde donde se desviaba hasta la pequeña balsa oval que suministraba al molino. 


Como curiosidad, en su interior hay dibujos o graffitis de los siglos XVII y XVIII (un caballero con espada, entre ellos). No se si se puede visitar su interior.
Continuamos subiendo por un camino empedrado junto al barranco ...



... y alcanzamos el tercer molino, el Molí de Dalt, de posible origen medieval (Siglo XIII) con ampliaciones en los siglos XVII, XVIII y la parte alta del edificio en el XIX. 




Destaca la balsa con sus muros de contención y la rampa escalonada por la que caía el agua hasta el molino.


Los molineros

Vista hacia arriba con los dos molinos que nos faltan y el Salt
Para llegar al siguiente molino podemos seguir el camino señalizado o, en mi caso, seguir la acequia que bajaba el agua desde el Molí del Planet o Molinet. 



Para mi el más bonito. Se puede recorrer (con precaución) su interior y sus dos plantas. 



En la inferior se conserva la rueda de moler. 


Una escalinata comunica las dos estancias. 


Ventanas con enrejado original. 


Arriba la balsa y el cup hexagonal. 


Enfrente encontramos la Font dels Molins, afloramiento natural, con su pequeña balsa y su caseta desde donde se canaliza el agua hasta el Molí del Sòl de la Costa para consumo de Ares.



Antes de llegar al último de los molinos hicimos la parada de avituallamiento. Un almuerzo acariciados por el sol y con espléndidas vistas del barranco.

Vistas abajo sobre la balsa y el cup del Molínet y la balsa y el Molí de Dalt

El Molí de la Roca (1.774 - 1.777) es el más alto de todos. 



Situado bajo las paredes de la parte alta del barranco junto a una espectacular cascada. 



Veinticinco metros por encima se encuentra su balsa y su cup circular con enrejado original. 

(by J.Manuel)


Llegamos allí por un camino escalonado. 


La parte alta es un increíble mirador del barranco y de las paredes que lo cierran.


Toca remontarlas para llegar al Salt, punto culminante del Barranc dels Molins y donde acaba la primera parte de nuestra ruta. 


Desde aquí se puede emprender el camino de regreso a Ares pero os recomiendo seguir nuestros pasos para recorrer la faja del Barranc de Cantallops. Ha sido un recorrido de gran interés etnológico y ahora viene un recorrido más montañero y de gran valor paisajístico.
Cruzamos el Salt por su parte alta (me imagino que días atrás ésto sería bastante dificultoso) ...


... para seguir por un senderillo (en esta parte de la ruta ya no hay marcas) que rodea la montaña por el sur-sureste. 




Bonitas vistas del Salt, de Ares y del Barranc dels Molins. 


La senda gira definitivamente hacia el noreste para encontrarse con el Barranc de Cantallops. 




Hacia el sur aparece la bonita estampa de un Penyagolosa nevado.


Comenzamos el recorrido por un estrecha faja suspendida sobre el barranco. 



La senda no tiene desperdicio aunque hay que andar con tiento para salvar las carrascas y algunos desprendimientos de roca que la taponan. 



Espectacular donde las haya, la senda recorre la cornisa del barranco donde se asoman bonitos miradores. 



En uno de sus recodos aparece una bonita cascada que nos refresca al cruzarla. 




Una estupenda sorpresa que nos regala la senda de los Cinglos.




Vista atrás sobre la faja recorrida
Una vez sobrepasada llegamos a la cabecera del barranco que se cierra dejando un gran abrigo por debajo. 


Aquí el barranco no lleva agua, una pena porque seguro que hubiera dibujado otra bonita cascada en este punto. 
Salimos del barranco por la izquierda para alzarnos sobre la meseta superior. 


Nos acercamos a sus bordes para despedirnos de este precioso tramo.


La pareja de Senderoxtrem llegando a la cascada


Un camino entre muretes de piedra seca nos enlaza con la pista que se acerca a Ares (GR-7) por la Font dels Regatxols. 


Un bonito lavadero, una caseta refugio, la fuente y su abrevadero. 



Desde allí tomamos un sendero que asciende hasta la Nevera y su centro de interpretación. 


El tramo pasa por una microrreserva de flora. Sobrepasamos la nevera y subimos para enlazar con las señales del SL-CV 46. 



Por la izquierda lo seguiremos para volver a Ares por el camí del Cingle. 


Otro tramo espectacular que nos regala postales de Ares y su muela y, allá abajo, el Barranc dels Molins.

Vistas sobre el Barranc dels Molins



Un tramo final empedrado nos devuelva al pueblo para culminar así una ruta inolvidable. 




Nos despedimos con unas birritas (¡Felicidades Bego!) como no podía ser de otra forma.
Adéu y un afectuoso saludo para la pareja de amigos de SENDEROXTREM con los que coincidimos en la ruta.



GR-10 TUROLENSE : ABEJUELA - ARCOS DE LAS SALINAS (07/03/2015)

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Sencilla y bonita etapa en nuestro periplo (me perdí la primera) por el GR-10 en tierras turolenses en la que enlazaremos las bonitas poblaciones de la Abejuela y Arcos de las Salinas.
Una etapa con dos partes destacables, una primera que transcurre por la Rambla de la Abejuela, de gran belleza, y otra final por la senda de descenso a Arcos de las Salinas con bonitas vistas. Entre ambas un monótono recorrido por pista por la parte alta de la estribación suroccidental de la sierra de Javalambre, por las lomas del Sancho y del Viso desde donde tenemos buenas perspectivas de la comarca valenciana de los Serranos y sus aldeas así como de las cumbres de Javalambre.
Iniciamos el recorrido en la Abejuela, eso sí, con un reconfortante café calentito para combatir los helores a esas horas de la mañana.


Salimos de la población por el camino de Manzanera para dejarlo por la izquierda en busca de las señales del GR-10 que nos van a adentrar en la Rambla de la Abejuela.


Una cómoda pista que nos acercará a la Fuente de los Pocicos.


Antes de llegar a ella, dos puntos destacables, la hornacina de Nuestra Señora de la Sabina, bajo un escarpe rocoso ...



... y unos metros más adelante la espectacular aguja de la Cingla de la Hoz de la Abejuela (nº 65 del estupendo blog 100 Puntas Inaccesibles de Teruel).


Llegamos al paraje de la Fuente de los Pocicos de la que mana un hilillo de agua aunque un cartel indica que la fuente está trescientos metros a la izquierda.



En este punto, la pista (Antiguo Camino de Torrijas) se desvanece y se convierte en senda que se adentra por una Rambla que se va cerrando poco a poco.


Son tramos realmente bonitos donde predominan, cosa curiosa, las carrascas. Aquí se mezclan con pinos laricios, enebros y sabinas.





La hoz se abre definitivamente en el paraje de la Casa de las Ranas y el Hondón donde encontramos una plantación vallada de encinas truferas.


Aquí nos acarician los primeros rayos de sol de la mañana, lo que se agradece.


El camino gira hacia la izquierda para subir poco a poco a las lomas y el pico del Sancho con su parque eólico y su vértice geodésico (1.521 m.).


Las lomas de Javalambre con algunos neveros

Abajo el Hondón con su corralico a la izquierda, por la derecha la pista se encajona en la Rambla de la Abejuela

Vértice del Sancho
A partir de aquí seguiremos por pista (Camino del Cantal) divisoria entre las comunidades de Aragón y Valencia.
Es hora de hacer un alto y pegar un bocado. Las piedras al sol de un derruido corralito sirven de bar.


Repuestas las fuerzas seguimos la pista. Una bifurcación (enlace con el Camino de la Torre a Torrijas) la tomamos por la izquierda.


Pasaremos por el Collado de la Cima de la Pola dejando una seca balsa a la izquierda.
Más adelante tenemos el Mirador del Sancho con sus paneles informativos muy bien dispuestos, cosa que no siempre ocurre bien por deterioro bien por vandalismo.


Vistas al norte sobre Javalambre y el Pico del Buitre con su observatorio astronómico
Vistas sobre los Serranos, con el Cerro Negro, el Cerro del Pollo y la Muela del Buitre
Aquí con más detalle
Seguimos por la pista (también Vereda de Castilla) en dirección al Alto del Viso (1.507 m.) y su repetidor de TV.


Alto de El Viso 
Vistas sobre el Cerro Negro y su parque eólico
Vistas sobre El Cabezo y el pueblo de la Yesa
Más adelante dejaremos la pista para bajar a la planicie de la Hoya donde encontramos las ruinas de un mas o corral.






Un breve descansillo y continuamos por el camino de la Hoya hacia el noroeste.
Queda el tramo final que será la bajada hasta Arcos de las Salinas. Un pueblo que ya divisamos allá abajo.



Toca localizar el sendero que parte por la izquierda de la pista una vez llegamos a la ladera que se desliza hacia el valle recorrido por el arroyo Torrijano y el río Arcos, donde se ubica la población.
Durante el pronunciado descenso obtenemos inmejorables vistas de Arcos. Es el marco apropiado para la foto de grupo.


Please don't disturb ... (by J.Manuel)

Vistas sobre la carretera de Torrijas y el Pico del Buitre

Y así, chino-chano bajamos ...





... hasta el pueblo ...

Arroyo de Torrijas a la entrada del pueblo





... donde nos espera la mesa para la comida.
Después un paseo por Arcos mientras los chóferes volvían a la Abejuela a por los vehículos.



Torre e Iglesia de la Inmaculada (Barroco del Siglo XVIII)

Ermita de San Roque (1.701)
Fuente-abrevadero-lavadero
Una bonita jornada con un buen remate.

(by J.Manuel)
Adéu.


ARGELITA - CASTILLO Y MUELA DEL BUEY NEGRO (11/04/2015)

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No era lo previsto pero el crecido caudal del río Villahermosa o de Argelita supuso una barrera infranqueable que nos echó para atrás. La intención era hacer una ruta que se iniciaría en el paraje de la Fuente de los Ignacios (a un par de kilómetros desde Argelita por la carretera de Ludiente)

(by J.Manuel)
(by J.Manuel)
para, tras cruzar el río, subir por las laderas y barrancos de la margen derecha (aguas arriba), llegar al altiplano del Coll del Mesón y visitar sus masías para después bajar desde la cabecera del Barranc del Buitrero ( o del salto de la Vaca) y volver a cruzar el río hasta la Fuente.
Mira que le dimos vueltas para localizar un punto de cruce pero el caudal y la fuerza que llevaba hacía muy peligrosa la empresa.

(by J.Manuel)
De modo que la dejaremos para mejor ocasión.
En estos casos mejor buscar una alternativa y eso es lo que hicimos. Y como la mayoría de los compañeros no conocían la bonita ruta del Castillo del Buey Negro pues problema solucionado. Y allí que nos fuimos.
A pesar de tenerla más o menos reciente os aseguro que vale la pena volver a hacerla, cosa que agradecieron los que no la conocían.
Para la descripción de la misma os remito a la crónica de mi anterior visita - Argelita - Castillo y Muela del Buey Negro - en noviembre del pasado año y así no me hago el cansino. Fue casi un calco de la de hoy con la única diferencia del tramo de ascenso a la Muela que lo hicimos más directo desde la cresta donde se ubica la Ventana de Ludiente y que resultó más aventurero.
Deciros que las fotos que decoran este reportaje son de mis compañeros, Manolo y José Manuel, ya que mi cámara se quedó en el coche, ¡qué cabeza la mía! ...

Fotos cedidas gentilmente por  Manolo Moliner :


Vistas de Argelita
Subiendo por el SL-CV 91
Lithodora fructicosa
En el colladito previo a la muela y el castillo del Buey Negro

A los pies de sus murallas

Aljibe
Una masía ocupó, siglos después, el castillo

Una gran muralla recorría la parte este de la montaña

Por la cresta camino del "balcón" de Ludiente .
Vista atrás, con Ludiente a la derecha. Allá arriba estaremos más tarde.
El menda con el abismo a sus espaldas
Ventana de Ludiente
El portal botijero de Belén
Impresionante la cornisa sobre la garganta del río Villahermosa allá abajo
Y llegando a los bordes de la misma
Y después volvemos hacia atrás para encaramarnos a la parte superior de la muela
Por allí enfrente deberíamos de estar de no ser por el río ...
Vistas sobre Ludiente
La loma Sincabo con el omnipresente Penyagolosa
Sobre los bordes de la muela
Y ahora más fotos de J.Manuel ... ¡gracias! :

Vistas sobre el Barranco del Manzano y su gran cascada 

Subiendo a la Muela 
La senda se convierte en una estrecha faja sobre el precipicio 
(by J.Manuel)
... creo que es la entrada de Sube y Baja con mejores fotos de toda su historia ... y eso que el menda sólo sale en diez  ¡todo un record!.
Gracias amigos.
Adéu.

EL CULLERA , SU PEÑA , SUS PEÑITAS Y SUS PIEDRAS (18/04/2015)

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La semana fue durilla en bastantes aspectos. El viernes estaba bajo mínimos y consideré la posibilidad de pasar un sábado sabático en lo que a la montaña se refiere. Y plan con mi peña había, ya lo creo. Dejé a un lado mi rutina habitual (preparar la mochila, la ropa, el GPS, la cámara, etc ...) y llegó la noche. ¡Y vaya nochecita!. No había forma de pegar ojo. Vuelta para aquí , vuelta para allá. Ni se sabe la de ovejas que conté ... Y en esas estaba cuando abro el armario y allí estaba la mochila mirándome expectante, como el perro que espera que su dueño lo saque a pasear.
En ese momento decidí que el sábado tenía que salir, me sentaría bien un paseíto montañero. Sería mi mejor medicina.
Y me puse ipso facto a la faena. Pensé en salir mano a mano con mi querida Sole. Y ¿adonde iremos de paseíto?... Tocaba abrir el cajón de las pendientes. Pues a la Peña Cullera, que le tengo muchas ganas. Preparé todo en un santiamén. Hasta volví a pegarle un vistazo a la Crónica de Dani (gracias por el track) que se me había quedado entre ceja y ceja.
Problema de insomnio resuelto. Dormí poco pero bien ...
Amanece el sábado ...
Llegamos a Almedíjar, aparcamos a la entrada del pueblo junto al encauzado barranco de la Foquía y su parquecito infantil.


Callejeamos ...




... y salimos de la población por la parte opuesta, la calle Barrio, para pasar junto a la Balsa y tomar la pista cementada de los Pinos que discurre paralela a la rambla de Almedíjar.
Dejamos atrás el área recreativa ...


... y pronto asoma enfrente nuestro objetivo, el Pico Cullera y su cordal rocoso.


Seguimos la pista cementada en dirección al Barranco del Almanzor ... de momento.


Hay señales blanquiamarillas de un PR que pronto abandonaremos (sigue hacia el Barranco del Almanzor) para continuar la pista en ascenso.

Dejamos el PR
Alternamos el cemento con algún tramo de tierra.

Parte de los objetivos del día, la Peña Cullera y sus Piedras
Vistazo atrás
Tras una curva cerrada a derechas llega una a izquierda, prestaremos atención porque es el punto donde cambiaremos la pista por un sendero. Hay una pequeña fita (ya me encargué yo de engordarla ... como otras tantas durante toda la ruta) que indica su inicio.


Se acabó el paseíto y ahora nos ponemos el traje de faena. La senda en continuo ascenso no tiene pérdida. Tan sólo hay que fijarse en las fitas y en algunas marcas azules de pintura.




Bonitas vistas y preciosa senda (parece recién desbrozada).

Las Piedras del Cullera cada vez más cerca


Un bello ejemplar de Verbascum rotundifolium
Vistas sobre Almedíjar con el Castillo de la Rodana a la derecha y la Calderona como telón de fondo
Llevamos el barranco del Obuero a la izquierda hasta que lo rebasamos en la parte alta.










Allí la senda es una estrecha y vistosa faja hasta que llegamos a las Piedras del Cullera y sus increíbles miradores sobre el valle.


Vistas sobre las peñas que forman el anfiteatro. Asoma por la derecha la cima del Rápita


El rodeno dibuja aquí equilibrios imposibles. Un grupito de montañeros de Segorbe hacen fotos en el lugar y me aprovecho de ellos para inmortalizarme en una de esas repisas.




El tema selfie está un poco difícil en este paraje. Gracias pues, amigos.
Un rato en el lugar antes de seguir por el sendero que nos acerca al collado previo a la cima del Cullera (977 m.).


Hacia la cima del Cullera
Y después la cresta de su "circo"
La alcanzamos y la disfrutamos con las vistas del "todo Espadán".
Un respiro y un bocado con el aire puro de la montaña y su banda sonora ... un relajante silencio tan sólo aderezado por los solos de los pajarillos. Un repaso geográfico reconociendo los montes circundantes y vuelta al tajo.

De izquierda a derecha los picos: Espadán, Peña Pastor, al fondo el Batalla y Puntal de l'Aljub, Bellota y Carrascal

Peñas Blancas y Carrascal

A la izquierda la Dehesa, Cerro Román, Almedíjar, la Rodana. Peñarroy, Cascalbar y el Rápita

Bajamos del Cullera ...

El Pico Espadán asoma por la izquierda mientras bajamos del Cullera
... y ahora nos dirigiremos al cordal montañoso que tenemos hacia el suroeste.

Allá que vamos
Y decimos adiós al Cullera
Empezamos hacia esas dos peñas
Collado previo
Son varios los promontorios que sobresalen en una cresta semicircular (todo un circo como bien comenta Dani) de la que se escurre el Barranco Medio.
Viene la parte más entretenida de la ruta.



Trayecto y primera peña conseguida

Vistas sobre el Barranco Medio

Ya estamos en la segunda
A por la siguiente con el Rápita a la derecha

Vistazo atrás
Ya estamos en la tercera
Un continuo sube y baja sobre el cresterío sin senda definida, tan sólo la referencia de alguna fita dispersa (más alguna que coloqué yo) que nos ayudan a sortear los pasos más comprometidos, que son muy pocos.
Seis de estas peñas y un par de colladitos hacen de este tramo todo un disfrute montañero entre curiosas formaciones de rodeno con su cuarzo reluciente. Llegabas a lo alto de una y ya tenías la siguiente enfrente llamándote.

Vistas sobre Carrascal y Cullera

Bajada
A por la cuarta
Vistas al Rápita y al barranco de Agua Negra
Collado y cuarta
Quinta y cresta recorrida
Seguimos en la montaña rusa
Ahora un destrepe
Otro colladito
La sexta con el Alto de Peñarroy detrás
Tras el sexto picacho junto a un colladito con las ruinas de un corral cuadrangular ...


¡Sí es él!

Pronunciada bajada, enfrente el Peñarroy
... comenzamos un pronunciado descenso hasta un barranco abancalado tapizado por un bosquete de pinos, carrascas y alcornoques.

Nos despedimos de este fantástico cresterío


Pasamos junto a las ruinas de otro corral antes de salir a una pista (el camino de Algimia) que tomaremos por la izquierda.


Salimos a una pista
Echamos la vista atrás y nos despedimos del Cullera y sus peñas.



El camino no se hace monótono, es de buen pisar y está flanqueado por sureras. La primavera colorea los ribazos con jaras y romeros.
Llegamos a un colladito con las ruinas del corral de Juan Vicente donde el tiempo ha congelado mobiliario y enseres.




Corral de Juan Vicente, pico Espadán y a la derecha nuestro pico de salida de la cresta
Estremece imaginarse aquello con vida.

Vistas sobre el barranco de la Rodana
Otro corral junto a la pista
El apogeo del alcornocal
Continuamos nuestro camino en un llevadero descenso con algún zigzagueo. Algunos alcornoques de gran porte nos saludan.



Llegamos al collado de Algimia, entre el Peñarroy que hemos rodeado y el Cascalbar al frente.


Allí dejaremos el camino para seguir por la izquierda el sendero (PR-CV 63.5) ...



... que nos bajará hasta Almeíjar por el barranco de la Foquía. Otro tramo entretenido con los aromas y colores de la primavera en todo su esplendor.


Lavandula stoechas (Cantueso)
La senda es estupenda y en sus tramos finales está empedrada.


Acaba en una pista que combina tierra y cemento (el Camino de la Balsa) con el pueblo a tiro de piedra.

Salimos a una pista cementada con el Alto de Peñarroy detrás
La Rodana y el Castillo
Llegamos a Almedíjar
Culminaremos esta jornada de la mejor manera posible, entrando en Almedíjar por un corto tramo de una Calzada Romana.




Una gozada.


Una ruta altamente recomendable, montañera como pocas ... ¿a que sí, Sole?.
Y hubo homenaje cervecero, como no podía faltar.
Adéu.










UN PASEO COMPLETITO POR EL DESERT DE LES PALMES, EL AGULLOT, EL BARTOLO Y SU CRESTA CON CABAÑAL TEAM & FRIENDS (25/04/2015)

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Una durilla jornada montañera para dar a conocer a mis queridos Cabañal Team (con alguna ausencia destacable pero compensada por alguna incorporación para la ocasión) el maravilloso paraje del Parque Natural del Desert de les Palmes.
Un par de buenas subidas para acceder al Agullot y al Bartolo, un precioso cresteo y un barranco. Todo en uno. Aderezado por alguna fuente, ermitas, monasterios y castillos. ¿Se puede pedir más?.
Sólo un pero, la persistente neblina fruto del contraste térmico y la consiguiente humedad que nos impidieron gozar de unas maravillosas vistas. Con todo y con ésto, la ruta fue todo un éxito y acabamos realmente cansados pero con la agradable sensación de haber disfrutado de una jornada de las que hacen afición.
El recorrido fue idéntico al realizado en 2012 con J.Manuel y Manolo M. por lo que os remito a esas crónicas.
Para ésta ... mejor unas fotetas.
Ahí van :

Empieza la marcha con la Agulla de Salandó y el Agullot al frente

Desvío hacia el Barranc de la Comba

Preciosa senda de ascenso por el Barranc de la Comba
Seguimos remontando el Barranc.El "caloret" y la humedad serán la tónica del día

Un breve rellano antes de la vertical senda de acceso al Agullot ...
... cuya fantasmagórica silueta se nos presentaba así.

Y comienzan las emocionantes y divertidas trepadas




El paso clave de la cuerda antes de ...

... la chimenea de acceso a la cumbre del Agullot

Que lucía así de "pintada"

Y que nos regalaba estas vistas. Sin mar y sin costa.
Iniciando el descenso


Así se adivinaban Les Agulles de Santa Águeda

Un vistazo al famoso trampolín de Les Agulles de Santa Águeda
Y enlazamos con el Camí de la Font Tallada
Ahora en dirección a la Font de Sant Josep

Nuestra próxima meta ... el Bartolo

Y un vistazo de les Agulles de Santa Águeda y su Agullot
Font de Sant Josep. Una parada para almorzar.

Las fotogénicas ruinas del Monasterio Antiguo

A por él vamos

Atacamos el Bartolo por su vertical cara Este ...

... una subida que hay que tomarse con calma y cada uno a su ritmo

Ermita de Sant Miquel en la cima del Bartolo

Cima del Bartolo (729 m.)
De izquierda a derecha: Asier,el menda,Miguel Ángel, Rafa, Daniel y Jesús

Desde el Bartolo recorreremos su cresta en dirección Sur siguiendo las señales del PR-CV 442

Pasando por la Creu ...

... viajaremos en una montaña rusa ...
 ... el Bartolo queda ya lejos envuelto en la niebla ...

... y llegamos a la cima del Panxa

... y llegamos a la concurrida cima del Cantal Gros


Hasta llegar al Coll de la Mola
Tras un corto tramo de pista nos desviaremos por la izquierda ...

... en dirección a la Portería Vella

... y sus murallas y ermitas de Sant Joan y del Carmen
Y más abajo las ruinas de otra ermita

Un tramo de carretera de vuelta a la Font de Sant Josep

Con estas vistas
Desde la Font, bajaremos por un camino, cementado en algunos tramos, hacia el Barranc del Desert

Pasando por la Font del Naiximent (agua asegurada y refresco que se agradece en el tramo final de la ruta)
Vadeando el Barranc

Salimos a camino bien definido
Un último vistazo al Bartolo

Y llegamos a la carretera junto al bonito Mas del Salandó. Cien metros más y en los coches. Fin del rutón.
Una gran ruta con buena compañía.
Adéu.

EL RÍO DE TORRIJAS Y SUS FUENTES (09/05/2015)

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Para paliar los efectos del incipiente caloret nada mejor que darse un garbeo por las orillas de un río, y si ese río es turolense y además goza de una envidiable salud, mejor todavía.
Y en esas estábamos hace un par de semanas (antes de que la "lengua de fuego" sahariano nos socarrara hasta las ideas), camino de Javalambre, siempre garantía de ruta atractiva y pintoresca.
La que hoy nos ocupa tiene dos ambientes bien diferentes, por un lado el paseo por las riberas del río de Torrijas con sus cristalinas aguas, pozas y saltos de gran belleza; y las fuentes que nos encontraremos en su vera. Y por otro, el recorrido por las laderas del Cerro de Entaza (mayormente por pista forestal) entre bonitos pinares y que nos citó para una próxima ascensión a su cumbre. Entre ambas partes de la ruta tenemos una pequeña subida a la trocha (¡hay que ver lo que nos gusta este término y su práctica ... el trochismo!) y una bajada hasta el río junto a la formación rocosa de los Picayos o Picarios, esbeltos gendarmes vigilando el discurrir del río.
A la marcha pues.
Iniciamos el recorrido en el paraje de la Fuente del Gavilán. Fácil de localizar ... tan sólo hay que llegar a Manzanera y seguir la carretera A-1514 en dirección a Torrijas. Pasaremos por la aldea o barrio de Los Cerezos y estaremos atentos para desviarnos por la izquierda (está indicado) hasta la fuente y su área recreativa.




Frescor tempranero aunque acabaremos en manga corta.
Una vez allí comenzaremos un agradable paseo por senda siguiendo el curso, aguas abajo, del río de Torrijas.
La Fuente del Gavilán mana fresca y abundante.


El río baja animoso con unas aguas limpias como pocas.



Nos espera una primera sorpresa al poco de comenzar. Una pequeña cascada con tres saltos y otras tantas pozas.




Una delicia y ésto no ha hecho más que empezar.
La senda salva un pequeño terraplén (hay una cuerda pasamanos) ...


... y continúa llevando el río a nuestra izquierda. Se recomienda guardar silencio y deleitarse con la sinfonía del murmullo del agua, el cantar de los pajarillos, el aroma a tierra húmeda, la paleta de verdes de la vegetación de ribera y la explosión de colores de la flora primaveral.

Aquilegia vulgaris (Aguileña común)

Llegamos a la Fuente del Cañuelo y su zona de acampada estival.




Un poco más adelante vemos un camino que cruza el río desde la carretera. Cruzamos el cauce ...


... para seguir ese camino que nos llevará a conocer una joyita botánica, la Sabina del Desmayo, árbol monumental a la vez que curioso. A semejanza de los sauces llorones, las ramas de esta preciosa sabina se descuelgan hacia el suelo.


Una pena no poder acercarse a ella ya que está enclavada dentro de una finca privada y vallada.


Merece la pena desviarse un momentico de la ruta fluvial para admirarla.
Volvemos sobre nuestros pasos para seguir por la margen derecha del río hasta la Fuente de las Especias de la que mana un hilillo de agua.



Justo debajo toca volver a cruzar el río haciendo algún precario equilibrio para seguir ahora por su orilla izquierda.



La senda se eleva sobre el cauce para enlazar con una pista a la altura de la Masía del Olba.





Por ella llegaremos al Balneario El Paraíso, ubicado en un idílico lugar que hace honor a su nombre, en la confluencia del río Torrijas y el río de los Paraísos.


Su bella arquitectura y sus famosas aguas minero-medicinales hacen del lugar un oasis para el cuerpo y la mente.



Para los que estamos de paso ... un buen lugar para almorzar.
Tras el relax reanudamos la marcha en dirección sur, hacia las lomas del Cerro de Entaza, con el objetivo de alcanzar el antiguo camino de Alpuente a Manzanera.


Lo hacemos subiendo a la trocha evitando así algún tramo de pista.


Con la altura se obtienen bonitas vistas del valle.

Los Cerezos y el Cerro de Manzanera
Por el fondo asoma, como no, Penyagolosa
Llegamos a un camino que se transforma en sendero apenas transitado y alcanzamos la pista antes mencionada.



La seguimos por la derecha rodeando y admirando las paredes del Cerro Entaza.


Manolo y yo nos desviamos hacia ellas para echar un vistazo a una canal muy atrayente que se dibuja en ellas y que puede ser una bonita vía de acceso a la cima.



Apuntada queda para una próxima visita.

Un vistazo sobre el Pico del Buitre, Javalambre. (Atentos a la próxima entrada del blog ...)
Más adelante dejaremos la pista para bajar hacia el río por un camino abarrancado ...


... dejando a nuestra derecha las curiosas agujas de los Picayos (Agujas inaccesibles de Teruel 71-72, últimamente parece que seguimos las huellas de estos escaladores. Cuando aparecen estas formaciones recurro a este interesante blog y ... ¡bingo! ... allí han subido).


Alcanzamos las ruinas del Corral de los Picayos y ya estamos en el río.



Ahora lo seguiremos aguas abajo.




No es necesario cruzarlo pues la senda sigue por su orilla derecha.
Un agradable paseo disfrutando del frescor del río y su vegetación de ribera nos devuelve a la Fuente del Gavilán, donde diremos adiós a esta preciosa ruta.

(by J.Manuel)
Ahora que se acerca el verano es una opción más que recomendable para una refrescante jornada.
Adéu.

GR-10 TUROLENSE : ARCOS DE LAS SALINAS - COLLADO DE LA SALTIDERA Y SUBIDA AL PICÓN DEL BUITRE (16/05/2015)

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La etapa lógica del GR-10 enlazaría Arcos de las Salinas con Camarena de la Sierra pero la vamos a dividir en dos. Cambiaremos una etapa lineal por dos circulares. La primera la vamos a redondear subiendo al Picón del Buitre (1.957 m.) por un precioso barranco y volviendo a Arcos por su relajante senda fluvial. Y por medio alguna sorpresita más con su punto de aventura. Pero no adelantemos acontecimientos y vayamos con calma porque hay que saborearla sorbo a sorbo.
Salimos de Arcos de las Salinas para completar la primera parte de la ruta, la que comprende propiamente el GR-10.


Junto a la Ermita de San Roque proliferan las indicaciones, seguiremos en dirección a la Fuente de los Baños y el Nacimiento del Río Arcos.



Vamos por una cómoda pista paralela al río en suave y continuo ascenso. En este tramo encontraremos tres fuentes, una primera nada más salir del pueblo en el Arrabal.


Más adelante tenemos la Fuente de la Mina.


Seguimos nuestro camino y llegamos al punto donde termina la hermosa senda fluvial que discurre junto al río por la otra orilla y que será por la que volveremos (os hablaré de ella a la vuelta). A la altura del panel informativo de la senda fluvial tenemos una preciosa cascada que bien vale la pena visitar.


Pocos metros más arriba llegaremos a la Fuente de los Baños, de aguas medicinales.


El entorno, bajo la chopera, es una bonita y acondicionada zona recreativa.
Seguimos nuestro camino y pasamos junto a unas paredes rocosas, esbeltas y estrechas, con vías de escalada.


Nada comparable con lo que nos espera un poco más adelante, la afilada cresta de los Cuchillos (Punta 58 en el blog de las 100 inaccesibles de Teruel ... últimamente parece que seguimos sus huellas).



Un espectacular rincón en la confluencia del río Arcos con el barranco Guillomar (junto al que regresaremos a la bajada, horas más tarde). Fotos de rigor a esta espectacular formación rocosa.


Seguimos subiendo por la pista elevándonos sobre el cauce del río. A nuestra izquierda y junto a él vemos la edificación (antiguo molino) del Refugio Rafael Sierra, del Centro Excursionista de Valencia.


Un poco más arriba nos desviaremos del camino para visitar las abandonadas instalaciones de una piscifactoría truchera. Sorteamos una valla de alambre para acceder a ellas.


Vale la pena hacerlo y disfrutar de la frecura y pureza de las agua del río Arcos, que aquí se encauzan distribuyéndose por acequias y balsas.



Visitamos los edificios abandonados de la empresa en los que el tiempo se congeló desde el día que echaron el cierre.




Salimos de allí vadeando el río un par de veces y alcanzamos su Nacimiento, humilde él.



Son los Ojos del Río Arcos. Junto a una gran roca vemos manar el agua por varios puntos.


Estamos en un pequeño altiplano a 1.420 m. de altitud junto a las Casas de las Bombas del Agua. Un buen y soleado lugar para almorzar.
Dejamos el nacimiento y, en la bifurcación de caminos, tomamos el de la derecha ignorando la prohibición.



Es un camino en construcción que accede directamente al Picón del Buitre y su observatorio. El GR-10 continúa por él para, casi inmediatamente, girar a la izquierda (sin connotaciones políticas) y adentrarse en el Barranco de los Hombres (también sin connotaciones políticas).


El tránsito por el barranco se ve dificultado de cuando en cuando por los desprendimientos de rocas debido a las obras de la pista antes mencionada (que circula paralela y por arriba del barranco).


Ignoro si este tipo de actuaciones en infraestructuras tienen en cuenta los efectos que pueden causar en los recorridos naturales, como es el caso. El colapso de un barranco como éste (que llega hasta el mismo collado de la Saltidera) desluce en demasía su recorrido, una verdadera pena.


Fernando en el barranco y sobre su cabeza, la pista en construcción
De todos modos, dicho queda y a las pruebas me remito por si alguien recoge el guante ...
Pero sigamos barranco arriba ...


Pronto la pendiente se suaviza y tiende a lomear hasta el collado de la Saltidera (1.857 m.).



Allí, el GR-10 se va por la izquierda camino de Camarena de la Sierra.




Hasta aquí nuestro bocado del mismo. Nosotros nos vamos al Picón del Buitre que lo tenemos a la vista.

Allí asoma el Observatorio del Picón del Buitre
Pero no tan fácil compañeros. Mientras las parejas del grupo decidieron subir al Picón directamente desde allí, el resto optamos por una vía más aventurera que a la postre resultó espectacular.
Desde el collado de la Saltidera y procurando no perder mucha altura volvimos para flanquear la ladera oeste del Picón (Umbría de los Cinco Pinos).


Un flanqueo sin camino definido aprovechando algún rastro de senda, más bien de animales, que, debido a la pronunciada pendiente, se me atragantó un poco. Todo por evitar la pista (la de los desprendimientos) que llevábamos allá abajo.


Menos mal que pronto volverían las alegrías al enlazar con un precioso barranco (aparecen las señales amarillas) por el que subiremos a la cima. Será la parte más bonita y disfrutona de la ruta.

Inicio del espectacular barranco de subida
El ascenso no tiene pérdida, fitas, señales amarillas y, más arriba, estacas nos guiarán.



Tan sólo tened en cuenta que al llegar a un prado herboso más arriba ...


..., giraremos a la izquierda (continúan las marcas amarillas) para adentrarnos en un paraje alpino espectacular.

Llegamos a lo bueno. Al fondo las lomas de Javalambre


Tocará hacer alguna sencilla trepada, pasar por estrechos desfiladeros, sortear un maravilloso caos de roca donde enraízan algunos pinos silvestres y negros.


Vistas sobre Arcos de las Salinas








Ya llegando a la parte más alta, el reino de la sabina rastrera, la recompensa llega en forma de preciosas vistas.
Llegamos a la antecima y el Picón aparece con su gigante observatorio astrofísico (puesto en marcha recientemente).


Antecima del Picón del Buitre con sus vistas hacia el sur
Hacia el sur divisamos el valle del río Arcos y el pueblo. Hacia el este, la línea del horizonte sobre el Mediterráneo. Una columna de humo destaca en esa dirección; más tarde nos enteraríamos del incendio en la Calderona cerca de Segorbe.


En la cima del Picón del Buitre encontramos el vértice geodésico, una caseta refugio (cerrada) y toda la megacontrucción del observatorio.



¡Ah! y también a las dos parejas que ya hacía un buen rato que nos esperaban allí para comer. Y a eso dedicamos un buen rato.


En la cima nos encontramos esta tarjeta de visita del club http://www.jaizkibel.tk/. Un saludo para Carlos y Maripi
Ahora queda la bajada y el regreso a Arcos de las Salinas.


Lo haremos volviendo sobre nuestros pasos hasta la antecima y desde allí giraremos a la izquierda (hay una fita) para comenzar el descenso. Destreparemos una faja rocosa ...


... y nos dirigiremos a la montaña que destaca enfrente, la Peña de la Cruz o el Morrón (1.866 m.).


Precioso bosque animado camino del Morrón
Ya que la tenemos a tiro la subiremos también.


No resulta difícil y ofrece buenas vistas.

Vistas al norte desde el Morrón. ¿Reconocéis al del fondo?
Desde su cima divisamos lo que nos queda por bajar y el pequeño collado al que nos debemos dirigir...

Hemos de llegar al claro de allá abajo
 ... eso sí, sin senda definida y a nuestro criterio, rodeando la Peña por la derecha al bajar de ella.



Al final de esta empinada ladera llegamos a un camino que nos conduce al collado antes mencionado (Collado Sancho).


Allí también va a desembocar el PR que seguimos en nuestro ascenso por el barranco.
En el collado quedan los restos de una casa o corral.



Aquí comienza otra fase de la ruta. Intentamos seguir bajando por el barranco (Barranco Guillomar) que nace por la derecha del collado en dirección suroeste. Llegamos a una charca ...


... y, ante la imposibilidad de continuar por el cauce del barranco (era una selva intransitable) lo seguiremos a media ladera por la margen izquierda.

Por detrás sigue asomando el Morrón
Procuraremos ir perdiendo altura poco a poco flanqueándolo siguiendo cualquier pequeño rastro de senda que veamos. La pendiente también impone y el tramo lo cubrimos lentamente.


Salvado este escollo conectaremos con un camino bien definido ...


... que nos llevará de vuelta a la zona de los Cuchillos, de los que obtenemos otra preciosa perspectiva.


Ya estamos en la pista del inicio ...


... y llegamos a la Fuente de los Baños, estratégicamente situada porque el agua ya escaseaba en las cantimploras.
Allí comienza la última fase de la ruta que la haremos siguiendo la Senda Fluvial "Desiderio", un reconfortante recorrido junto al río con su cantar como banda sonora y con los decorados de una exuberante vegetación de ribera.





(by Fernando)

Un final apropiado para semejante ruta.


Fue la guinda de un gran pastel. Así es Gúdar-Javalambre ...

(by J.Manuel)
Adéu.

P.D. Reflexión: Las fotos no acaban de gustarme y es que mi cámara está dando algún problemilla ... creo que pronto la jubilaré.


PUENTE DE LA FONSECA - ACEQUIA DEL DIABLO - BARRANCO DE LA HOZ - LA ATALAYA (23/05/2015)

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Estupendo recorrido para descubrir alguno de los secretos que esconde el curso alto del río Mijares.
Una ruta a la que J.Manuel dio una segunda oportunidad. El día previsto para realizarla no pude asistir con ellos. En aquella ocasión el grupo se tuvo que dar media vuelta al llegar al barranco de Linares que, de tan cargado que bajaba, impidió su cruce dejando en el aire más de la mitad de la ruta. Como no hay mal que por bien no venga , hoy era un buen día para hacerla y Manolo M. (quien tampoco la conocía) y yo acudimos a la cita. Hoy sería el día en que la disfrutaríamos en su integridad. Una ruta sin desperdicio alguno.
El Puente de la Fonseca se localiza junto a la carretera A-1515 que nos lleva desde la Autovía A-23 a Rubielos de Mora. Desde la autovía llegaremos al mismo en poco más de 3 kms. Un puente cruza el cauce del Mijares, justo allí y antes de atravesarlo nos desviaremos por la izquierda para dejar el vehículo en la pequeña explanada que queda abajo junto al monumento en cuestión.



Junto al lugar se ubica una antigua fábrica de hilados (industria denominada "Molino de la Fonseca y la Fábrica de Hilados de la Fonseca") que data del año 1.843 y que se dedicaba al cardado e hilado de paños de lana.


Junto a esta industria se contruyó un molino harinero que estuvo activo hasta 1.935. Más abajo junto al río está el Mas de la Fuenseca.


Y no nos olvidemos del espectacular puente que data del siglo XVII y que se construyó para comunicar y facilitar el tránsito de ganados y mercancías entre la comarca de Gúdar y el Camino Real (lo que pasó a ser la carretera de Sagunto a Burgos).


Desde este lugar cargado de historia podemos bajar un momento para acercarnos a las orillas del Mijares antes de que se escurra por una estrecha garganta.



Ahora toca abandonar el lugar y entrar en faena para lo cual buscaremos un sendero que nace junto al puente nuevo y que baja para acercarse al cauce por su margen derecha.




Podemos descender hasta el mismo por un terraplén ayudados por un cable allí instalado. Volvemos a subir para tomar el sendero que sigue su curso paralelo al río una vez salvado este estrecho.


Un primer y frondoso tramo que baja junto al barranco de la Fonseca ...



... antes de encontrarnos con los primeros rastros de la Acequia del Diablo por la que transitaremos en adelante.



Mientras podamos circularemos por el interior de la misma ...


... pero tendremos que estar atentos poniendo sumo cuidado ya que nos encontraremos tramos bastante deteriorados y que nos obligarán a hacer algún equilibrio sobre los bordes de la canalización.


La acequia recorre las laderas de la muela de La Rocha dejando el Mijares bastante más abajo.


Si queremos subir a la Rocha (vale la pena el desvío) estaremos atentos antes de llegar a la Masía del Palacio y subir por la ladera hasta la pista que accede a la misma. Allí y sin senda bien definida subiremos por la cara que da al sureste.


Ya casi en la cima y girando hacia la derecha parece estar más claro el acceso por unas trazas de senda que acaba ensanchándose sobre unas rocas lisas.


La cima está poblada con algunos enebros y coscoja. Las rocas cimeras son un magnífico mirador del cauce del Mijares encajonado por esta montaña y la que tenemos enfrente, la Atalaya, de la que hablaremos más adelante.


La Atalaya
Vista al oeste
Vista al este sobre el inmenso tajo de la Hoz del Mijares
El esfuerzo se ve gratificado con las vistas.
Bajamos por el mismo camino hasta enlazar con el camino de la Masía y la dejamos atrás antes de reencontrarnos con la acequia.

A la izquierda, la Rocha, de la que acabamos de bajar


Más adelante llegamos a un punto en el que parece desvanecerse. Una fita indica que es el momento de dejar la acequia y bajar por un sendero en dirección al barranco de Linares.


El principio es cómodo y nos ofrece unas bonitas vistas del cauce y de la central hidroeléctrica que nos encontraremos más adelante.


Pero hasta llegar a ella tendremos que salvar algún obstáculo. Primeramente un derrumbamiento sobre un murete de piedra y unos metros más adelante un tapón provocado por las ramas de los árboles caídos por alguna avalancha del barranco.


Nada que no se pueda salvar con paciencia ya que el premio está más adelante. Llegamos a un rellano herboso (otro bonito mirador) y bajamos por su derecha hasta el cauce del barranco de Linares.


En este punto tuvieron que desistir mis compis tiempo atrás. Hoy, afortunadamente, bajaba con menos agua y pudimos cruzarlo disfrutando de sus saltos y pozas en un frondoso rincón.



Alguna fita nos facilita los mejores puntos de paso.


Un rincón espectacular.



Bajamos junto al torrente que acaba regalando sus aguas al Mijares que allí discurre entre grandes bloques de roca dibujando saltos y pozas.




Llegamos a la central hidroeléctrica de La Hoz que evitaremos por su parte trasera, bajo la canalización que trae las aguas desde el Embalse de los Toranes (aguas arriba de la Fonseca).



Llegamos al mirador de las Cuevas excavadas en las paredes de enfrente ...



... y bajamos hasta el Molino de la Hoz, otro vestigio más de la arquitectura hidráulica del Alto Mijares.

Desvío hasta el Molino de la Hoz


Un tentador cerezo allí ubicado hizo las delicias de mis compañeros de ruta.


Pasamos junto a unas paredes tobáceas y llegamos al cauce del Mijares.


Un buen y soleado lugar para almorzar acompañados por el refrescante murmullo de sus aguas.
Desde aquí iniciaremos la segunda parte de la ruta.
Cruzamos el Mijares por el puentecillo cementado ...


... para continuar, a partir de ahora, por el PR-VT 126.


Una estupenda senda que remonta por la izquierda el Barranco de la Hoz con el río Palomarejos.



La subida nos ofrece unas bonitas vistas del río que se encajona allá abajo y discurre entre saltos y pozas.
Llegamos a la parte alta y tomamos contacto con el río a la altura de una verde pradera donde florecen innumerables orquídeas.



Una verdadera golosina para las cámaras.




Bonitos ejemplares de Ophrys apifera
Dactylorhiza elata
Nos recreamos un buen rato con ellas. Seguimos adelante siguiendo el curso del río en este altiplano.




Llegamos en este tramo a un camino cerrado con una portea que sorteamos.


Aparece un cruce de caminos con su poste indicador.


Allí se encuentra la fuente de la Peñuela donde nos refrescamos y recargamos las cantimploras.


Siguiendo las indicaciones, dejamos el río y tomamos la pista de la izquierda (enlace con el PR-TE 7). Comienza un tramo más monótono en dirección oeste pero que también ofrece sorpresas. Ademas de las despejadas vistas ...

Vistas al norte con la Masía Higuerales al centro y al fondo se aprecia el Peñacalva y el Cabezo de las Cruces
Tampoco podía faltar el Penyagolosa
... durante el recorrido encontramos, a la vera del camino, una monumental carrasca que más bien parecen dos siamesas.



Hacemos un descansillo a su sombra y continuamos. Estaremos atentos porque un poco más adelante toca dejar la pista (hay señal blanquiamarilla de giro en el tronco de un pino) ...


... y seguir por el camino de la izquierda que se adentra en una frondosa pinada y que nos conducirá al mirador de la Atalaya.



Unos riscos que hacen honor a su nombre y nos devuelva las vistas del Mijares y de la Rocha (donde estuvimos horas antes).

En el centro la Peña de la Rocha y a su izquierda la Masía del Palacio


Un mirador espectacular con su panel informativo.



Será el punto más alto de la ruta con sus 982 m.
Desde allí sólo nos que bajar hasta la Fonseca. Nosotros lo hicimos siguiendo el cordal hacia el oeste.


Mientras se pueda, es interesante no alejarse mucho de los bordes del cordal.


Otro vistazo sobre la Rocha
Y a tiro, la Fonseca
Al final del mismo iremos un poco a la trocha y atajando por la derecha entre la pinada hasta llegar a la carretera A-1515 junto a los restos de un horno de cal.


Un breve tramo bajando por la carretera ...


... hasta la original construcción de madera del Centro de Interpretación de las Hoces del Mijares (nunca lo he visto abierto) ...



... donde retomamos las señales del PR que nos bajan hasta el Puente de la Fonseca.



Y aquí se acabó lo que se daba. Una preciosa ruta muy recomendable y que resultó todo un acierto.

(by J.Manuel)
Más florecillas de la ruta:

Dictamnus hispanicus (Gitam, Tarraguillo o Timó reial)

Digitalis obscura
Adéu.





ÓRGANOS DE BENITANDÚS DESDE ALCUDIA DE VEO (30/05/2015)

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Nueva visita al pintoresco enclave de los Órganos de Benitandús, esta vez desde la bonita población de Alcudia de Veo. Nunca me cansaré de visitarlos. Lo he hecho desde Suera y desde Tales. Hoy cerramos el círculo haciéndolo desde Alcudia. Tres accesos distintos a ese fabuloso tetris de rodeno que son los Órganos, a cada cual más chulo.
La ruta de hoy obedecía a la ilusión que me hacía enseñarles este lugar a mis amigos del Cabañal-Team (hoy, Jesús y Rafa). Un caramelito al que se apuntaron mis compañeros habituales (miel sobre hojuelas) que tuvieron así ocasión de conocer a los cabañaleros.
Hechas las presentaciones nos fuimos camino de la montañera población de Alcudia de Veo para iniciar la marcha.



Transitaremos, tanto al inicio de la ruta como al final, por el GR-36.


No hay problemas de señalización aunque hay que estar atentos a lo hora de transitar por el cauce del río Veo.
Junto al puente de entrada a la población encontramos el poste indicador del GR que nos conduce en pocos metros a la Font de Sant Pere y su área recreativa.


Muy pronto, nos sumergimos en el típico paisaje de Espadán mientras subimos por la Barrancada. En el camino nos saludan algunos preciosos ejemplares de alcornoque.



Como siempre, una gozada pisar estos caminos.
Alcanzamos el collado que separa el Altico de Molina (a la izquierda) del Casalet (derecha).


En este punto diremos adiós al GR-36 ... de momento. Giramos hacia la derecha para circular por la senda que recorre las lomas del Casalet. Un poco más adelante, por la derecha, obtenemos una bonita panorámica de la sierra y del valle de Veo.


Desde la izquierda la Penya Pastor pasando por el Gurugú hasta el pico Espadán
Seguimos en ligero ascenso hasta llegar junto a un horno de cal a los pies del Casalet.


Seguimos de frente por la loma tapizada de pinos dejando a la izquierda las ruinas de un corral.




Una fita, un  poco más adelante, nos invita a desviarnos por la derecha hasta unas trincheras.



Es un buen lugar para dar cuenta del almuerzo que nos ventilamos raudo y veloz. Un cafetito de remate y a seguir.
Llegamos al desvío que nos llevará a los Órganos ...


... pero antes nos acercamos al Alto del mismo nombre que nos ofrece las mejores vistas posibles del noroeste de Espadán.

El castillo de Mauz y el Rápita destacando al fondo
Los Órganos de Benitandús asoman
Ahora sí que ha llegado el momento de bajar hacia ese rodeno en imposibles equilibrios que son los Órganos de Benitandús.




Numerosos balcones sobre el cauce del río Veo y el embalse de Benitandús son objeto de fotos y más fotos.


Y siempre que llegamos aquí no dejamos de escudriñar las pedreras y canales que se escurren bajando entre las agujas tubulares de rodeno.




Y como casi siempre, nos hacemos la pregunta de si se podrá subir por allí. El día menos pensado ...
Iniciamos el descenso siguiendo el sendero de los Órganos que pronto gira hacia el norte bajando por un precioso bosque de pinos y alcornoques. Una maravilla de senda.


Tras pasar bajo un pino caído, llegamos a un cruce donde enlazamos por la derecha con el camino de Suera a Benitandús.


Otro tramo de senda con preciosas vistas del embalse.



Atravesaremos una pequeña pedrera que se escurre de los Órganos y acabamos en la carretera CV-223 por la que llegamos a Benitandús.


Vista sobre los Órganos
Cruzaremos el puente de acceso y salimos por la calle que llega a la iglesia.




Iniciamos una parte de la ruta siguiendo los PRs 161 y 140 que transitan por el cauce del río.


A la hora de vadearlo hay que estar atentos ya que la vegetación es casi impenetrable y cuesta dar con el punto por el que continúa el sendero.


Salvado ese pequeño escollo aparece el camino con un bonito tramo empedrado.


Subimos hasta una pista que tomaremos por la derecha dejando así los PRs, es el camino del Muladar. Pasamos junto a pequeños huertos con tentadores cerezos.


Ya tenemos a tiro el pueblo de Veo.

Veo y el Rodenal
Estaremos atentos a las marcas para enlazar de nuevo con el GR-36 que ya no dejaremos hasta Alcudia.

Enlace con el GR-36
Localizado éste, bajamos hasta la Font de la Pistola de la que apenas salía un hilillo de agua.



Rozamos la carretera de nuevo junto al pueblo e iniciamos la última parte de la ruta. Un último tramo con el protagonismo del agua, encauzada en una estrecha acequia que serpentea entre una frondosa selva.



Acanthus mollis
En algunos puntos habrá que hacer malabarismos sobre las paredes de la acequia y en otros habrá que agacharse para no verse atrapado por la tupida vegetación.


Con el murmullo del agua, siempre agradable, estamos de vuelta en Alcudia de Veo.




Una primera parada para comprar cerezas y una última para refrescarse con zumo de cebada en el bar de la piscina antes de volver satisfechos a casa.

(by J.Manuel)
Adéu.

CERRO DE LA MOLA , EL TURIO Y LAS PICORZAS (06/06/2015)

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Tela marinera.
Expresión ésta que viene a significar que algo tiene gran dificultad aunque también puede expresar admiración, aprobación o ponderación.
No es para asustarse, ni mucho menos. No es dificultosa ni por los desniveles a salvar y mucho menos por la distancia. Pero siguiendo con el símil textil, la ruta tiene bastante tela que cortar.
La dificultad la marca la ausencia de senderos bien definidos en la parte central de la ruta, lo que nos obliga a tirar de GPS y de sentido común montañero. Esa misma indefinición se agrava también con la lucha para abrirse paso entre la vegetación espinosa, vamos que puedes acabar hecho un "ecce homo". Avisados estáis. Ni se os ocurra, si el clima obliga, llevar pantalón corto o incluso manga corta. Y si a esto le añadimos un sábado de calor sofocante, pues lo dicho ... "tela marinera".
Como el tema del calor no podemos controlarlo mejor dejaros esta ruta para el otoño o el invierno.
El tema de la vegetación también tiene solución : animo a los grupos montañeros y senderistas (algunos de vosotros ya la habéis realizado y la habéis puesto de moda) a venir a hacerla y así, con muchas pasadas como la nuestra acabaremos definiendo los senderos.
Por lo demás ni un pero se le puede poner siempre y cuando estéis familiarizados con alguna trepadita, subida por pedreras, cresteos y laderas verticales. Si es así, la experiencia resulta gratificante.
Nosotros nos guiamos para la ocasión con un track de Xavier (Goterris), un gran conocedor de la zona, al que le añadimos la subida al Turio de cosecha propia.
El recorrido comienza en el collado de Ayódar (Km.7 de la CV-205 entre Suera y Ayódar). Hay un pequeño espacio para poder dejar dos o tres vehículos.


Tomamos la pista que parte desde allí (Camino del Collado o de Fanzara) ...

Vistas de Ayódar al inicio
... y en ligero ascenso llegaremos al colladito de los Frailes. Allí encontramos un cruce de caminos. Para subir al Cerro de la Mola, nuestro primer objetivo, debemos tomar el camino de la derecha, el camino de los Gamellones, pero ojo porque entramos en una propiedad privada según reza en la barrera metálica que cierra el camino.


Demasiadas advertencias de peligro para unos pacíficos montañeros. Sorteado el obstáculo llegaremos a la Masía de los Frailes ...


... y junto a ella, a la derecha del camino, una reciente construcción de cemento.


Atentos porque allí nace el sendero que nos acercará hasta el Cerro de la Mola (705 m.).


Una caseta de vigilancia forestal lo corona.


Buenas vistas.

El Turio y al fondo Penyagolosa
Una de ellas, nuestro siguiente objetivo, el Turio, que aún queda muy lejos.

Aquí se asoma también la Peña Saganta
Vistas al sur sobre Espadán y el Castillo de Mauz
Desandamos el camino hasta el collado de los Frailes al que llegamos sanos y salvos, por cierto.
En el mismo collado nace otro sendero por nuestra derecha ...


... también con advertencia de peligro (parece que no nos tienen mucha simpatía por estos lares) que tomamos.


Bonito sendero éste que nos llevará hasta la Pista de la Muela que seguiremos por la derecha.




Llegamos por ella a un pequeño altiplano donde existe una pequeña explotación agrícola.


Un poco más adelante estaremos atentos para tomar otro desvío por la izquierda con la indicación de Fuente Clara.



No es nuestro objetivo pero seguimos esa senda que pronto se irá desvaneciendo poco a poco. La fuente será clara pero el camino no lo es tanto y habrá que tirar, a partir de ahora, del GPS.


Seguimos los escuetos rastros sin perder altura. A nuestra izquierda la poderosa imagen del Turio y las Picorzas de los que nos separa un profundo barranco, el barranco del Turio.

¡Vaya pareja, el Turio y la Saganta!
Aquí con más detalle lo que nos queda. En el centro-abajo el alto de la Silleta
Llegamos a un punto en el que aparece una senda un poco más definida y alguna fita. Por la izquierda nos bajará hasta el barranco pasando por el Alto de la Silleta. El descenso es bastante pronunciado y lo haremos con cuidado. Alterna tramos de tierra suelta con algún pequeño destrepe por roca.



Con calma llegaremos al barranco en el punto donde se encuentra la Fuente del Turio, un refrescante rincón donde hacemos la parada del almuerzo.


El calor ya empieza a hacer estragos y se agradece el agua fresca.


Rehidratados y con la pilas cargadas iniciamos la parte más aventurera de la ruta, la subida hasta el Turio y las Picorzas después. Un sendero se alza sobre la ladera sureste de la montaña desde la otra parte del barranco.



Las paredes sobre nuestras cabezas nos desafían.
Llegamos a las ruinas de una construcción con unos bonitos arcos todavía en pie.


Allí el camino gira 180 grados hacia la izquierda. Habrá que prestar atención porque a la altura de una fita (... y hay varias en adelante, gracias Xavier, que reforzamos) dejaremos el senderillo para acometer la parte más cañera de la subida.



Al principio será por una pequeña pedrera que se desliza de la montaña.


Luego lo haremos buscando los mejores pasos entre las rocas para plantarnos a los pies de las infranqueables paredes del Turio.


En ese punto dejamos el track  ( ... de momento) que se va por la izquierda hacia las Picorzas y nosotros encaramos la subida al Turio por la derecha.




Buscamos los mejores pasos por las rocas dejando a nuestra izquierda una pequeña canal muy tapizada de vegetación.


La rodeamos por la derecha y ya solo nos queda un corto tramo de subida con el camino más despejado y evidente (volvemos a encontrarnos con fitas) hasta la cima del Turio (655 m.).


Debimos de pasar junto a un avenc (figura en el mapa) pero no nos percatamos. Un gran mojón de términos corona el alto desde el que tenemos hermosas vistas.




Vistas al norte sobre el embalse de Sitjar

Panorámica este - oeste desde la Peña Saganta hasta Ribesalbes siguiendo la vega del Mijares
Volvemos sobre nuestros pasos hasta la base de las paredes para seguir bajo ellas en dirección sur.




(by J.Manuel)
El objetivo es llegar a un collado bien visible (con otro gran mojón de téminos) que separa al Turio y su cresta de las Picorzas.



El calor ya es agobiante y hay que rehidratarse bien.
Desde el collado seguimos en dirección sur procurando, mientras se pueda, seguir por la cresta de las Picorzas.


Vistas sobre Ayódar
La cara noroeste cae a plomo sobre el río de Ayódar o río Chico.

(by Manolo M.)

Las vistas son impresionantes.

Ayódar más cerca
Vista atrás sobre el Turio
En algunos tramos habrá que dejar la cresta y bajar por su cara sur donde la vegetación dificulta el camino.
Antes de llegar a la Peña del Mediodía nos enmarañamos un poco entre la coscoja y, como os comentaba, mejor seguir por avanzando por el filo.

Antes de llegar a la Peña del Mediodía

Otro pequeño collado con una fita indica el inicio de la bajada.


El sendero es mucho más suave y evidente y en un periquete llegamos a una caseta de reciente construcción y su campito vallado.




Hasta allí llega un amplio camino que tomaremos por la derecha y nos enlazará con el camino de Fanzara hasta el collado de los Frailes donde cerramos el círculo y ya sólo nos queda un breve descenso hasta los coches.



Resumiendo, una ruta disfrutona a pesar de que no la hicimos en la mejor época (esa primera ola de calor anticipándose al verano). Esperemos que la gente se anime y comience a patearla porque lo merece. Hay que despejar esos senderos y que mejor forma que pisándolos.

(by J.Manuel)
Acabamos nuestra rehidratación en una terracita de Suera cerveza en mano, como mandan los cánones.
Lo que ocurrió después ... mejor olvidarlo.
¡ FELIZ CUMPLEAÑOS PARA BEGO, MANOLO Y JOSÉ MANUEL !
A ellos va dedicado este post. Un besazo chicos.



GR-10 TUROLENSE : COLLADO DE LA SALTIDERA - CAMARENA DE LA SIERRA CON SUBIDA AL JAVALAMBRE POR EL BARRANCO DE LA BELLENA (13/06/2015)

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Como ya os comentaba en la anterior etapa del GR-10 Turolense, hoy haremos la segunda parte de esta bella etapa. Si en la primera parte le añadimos al GR la subida al Picón del Buitre por un precioso barranco, hoy haremos lo propio con el Pico de Javalambre hasta donde nos acercaremos subiendo por el no menos precioso y agreste Barranco de la Bellena.
Todo un reto por delante en una jornada que se pronosticaba tormentosa y ... los pronósticos acertaron, aunque la chopada fue en el tramo final y no deslució ni impidió el disfrute.
La ruta se puede dividir en dos fases, una primera que sería el ascenso por el Barranco de la Bellena y una segunda que transcurre por el GR-10 desde el Collado de la Saltidera hasta Camarena de la Sierra.
Comenzaremos nuestra ruta en el paraje de la Fuente de Matahombres para finalizar en Camarena. Es decir que necesitaremos, como mínimo de dos vehículos para la "performance" como diría el amigo Ximo (un senderista y montañero retirado que ahora se dedica a la plácida vida de triatleta).
Para llegar al punto de inicio atravesamos Camarena para seguir por la carretera que sube a Javalambre y al Refugio de Rabadá y Navarro (TE-34) y desviarnos de ella por la derecha (hay indicaciones) para seguir por la pista (en buenas condiciones y asfaltada en algunos tramos) que se dirige al Balneario. Desechamos cualquier desvío de la misma y en poco más de ocho kilómetros llegaremos a la Fuente de Matahombres.


Un bello paraje acondicionado como área recreativa y lugar de campamentos de verano.



Hay fuente y manaba abundante.


Nos ponemos el traje de faena y nos encaminamos hacia el Barranco de la Bellena que sube en dirección sureste.


Pronto nos vemos envueltos por la magia del bosque dominado por el pino rojo o Pinus sylvestris. Un agradable sendero que pronto se difumina dará paso a la parte más salvaje de la ruta.



Circulamos casi todo el tiempo llevando el barranco a nuestra derecha. A veces en su mismo lecho y otras (las más) sobre el mismo.


Fitas dispersas que habrá que ir buscando nos ayudarán en la subida (recomendable el GPS).
Tocará hacer alguna sencilla trepada y atravesar algún canchal que se escurre por la ladera.



La cosa se pone la mar de aventurera.

Las paredes de las Piedras del Colchán
Y la Zamarrilla en la otra ladera del barranco



El barranco acaba por cerrarse
Tras flanquear una de esas pedreras bajo los murallones de las Piedras de Colchán, bajamos al barranco justo cuando éste comienza a cerrarse.

Bajando al barranco cuando se cierra definitivamente

Nos adentramos en él en busca del "paso del estrecho"
¡Y se cierra del todo!. ¿Cómo seguimos?. Calma que ahora viene lo bueno. Nos pegamos a las paredes de la derecha y vamos intuyendo los pasos a seguir. Vienen más trepadas.


El barranco parece bifurcarse.


Por la derecha se cierra otro (el de los Aguilares) que parece más inaccesible.

Buscando el paso (by Manolo M.)
Seguimos subiendo y llegamos a una repisa superior accediendo desde una roca plana bien visible.

(by J,Manuel)
Lo encontramos (by J.Manuel)
Es el paso, clave que una vez superado sin problemas, nos aclara bastante el resto de la subida.




Imposible no mirar atrás y disfrutar de la vistas y de lo chulo de la subida.


Unas últimas trepadas, éstas más sencillas ...



..., y el barranco acaba por abrirse.


Y es que estamos ya por encima de los 1.800 m. Llegamos al típico altiplano de Javalambre con sus lomas de piel de leopardo donde domina la sabina rastrera.



El barranco, ya más suave, se acerca a Javalambre
La adrenalina da apetito y nos damos un respiro para el almuerzo. El cielo gris que nos acompaña, de momento, nos da una tregua.
Seguimos nuestra ruta por lo que resta de barranco en terreno abierto. Es el momento de recuperar la línea del GR-10. Con Javalambre a tiro de piedra ...


..., nuestro objetivo es el Collado de la Saltidera desde donde pretendemos retomarlo. Para ello haremos un poco de monte a través en dirección sur para subir al Cerro Cavero (1.981 m.) ...


Subiendo al Cerro Cavero
... y bajar hasta el Collado del Prado donde enlazaremos con la pista del GR-10.


Y de bajada hasta el Collado del Prado
En el Collado del Prado entramos en el término de Arcos de las Salinas
Por la derecha nos espera un buen trecho hasta el Collado de la Saltidera. Un trecho de ida y vuelta si queremos completar sin muescas el trazado del GR.

Camino del Collado de la Saltidera con el Picón del Buitre al fondo


El Collado de la Saltidera

El Picón del Buitre
Desde el Collado desandamos el camino y nos dirigimos, ahora sí, hacia Javalambre. Nubes y claros con algunas gotitas nos acompañan.



Los nubarrones avanzaban sobre la Hoya del Prado
Javalambre más cerca
Llegamos a la cima de Javalambre (2.020 m.) ...



... y el cielo pasa de gris a gris oscuro. Se barrunta tormenta y tras las fotos de rigor, toca salir de allí a toda pastilla.


Seguimos el rastro del GR-10 entre las pistas de esquí y el sendero que vuelve a internarse en la pinada.



Comienzan a caer las primeras gotas y arrecia el viento.




El refugio a tiro y en el fondo del valle, Camarena de la Sierra


Pasando junto a la fuente Blanquilla

A pesar de todo conseguimos llegar al Refugio de Rabadá y Navarro antes de que los cielos se abran.
Es el momento y el lugar para comer. La faena ya está casi hecha y nos lo tomamos con calma, y más a la vista de como se desata la tormenta allí afuera. Rayos, truenos y centellas ...
Parece que la cosa se calma un poco y decidimos salir y bajar camino de Camarena. Pero era un espejismo y al final nos calamos un poco.
Paradojas de la vida, llegando a Camarena, la tormenta cesó y dio paso a una preciosa y soleada tarde.




Vuelta con un coche hasta la Fuente de Matahombres para recuperar el otro y vuelta para casa.
A la altura de Segorbe se volvió a liar parda con otro tormentón, con granizo incluído, que hizo el regreso más "entretenido".
Resumiendo, una fantástica ruta con el atractivo del espectacular Barranco de la Bellena, estrella sin duda de la jornada.

En Javalambre (by J.Manuel)
Adéu.

BARRANCO DEL BUITRERO Y MASOS (27/06/2015)

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Hoy sí. Hoy era el día.
En ABRIL no pudo ser debido a la bravura con la que bajaba el río Villahermosa y nos quedamos con las ganas.
Con el calor apretando toca buscar el agua. Y ese era uno de los alicientes del día, poder darte un chapuzón al final de la ruta. Y bien que nos lo dimos.
La ruta, a pesar de no estar señalizada (salvo algunas fitas en su segundo tramo), no ofrece dificultades, siempre y cuando se pueda cruzar el río. Transcurre por sendero bien definido y algún tramo de pista.
La iniciaremos en la Fuente de los Ignacios, a la que accederemos por la carretera CV-194 entre Argelita y Ludiente. Sobrepasado el kilómetro 11 encontraremos un camino de tierra que baja a la Fuente.


Un bonito y fresco rincón con algunas mesas de piedra junto al manantial que brotaba abundante.

(by J.Manuel)
Afortunadamente el río bajaba mucho más sosegado que en aquella ocasión. Nos acercamos a su cauce tupido de vegetación para buscar un punto de paso.


Conviene localizar el sendero en la otra orilla y cruzar junto a los bloques de piedra más próximos. Aún así puedes acabar con algún arañazo.

(by Manolo M.)
Bueno, ya hemos cruzado y nos calzamos las botas. Ante nosotros las paredes del Cobertizo y Les Portes por donde se abre el Barranco del Buitrero (en algunos mapas lo denominan Barranco del Salto de la Vaca). Comienza la subida por un sendero, a tramos empedrado, ...



Dejamos la fuente allá abajo
... que zigzaguea llevando el barranco a la derecha. Magníficas vistas que ganan con la altura.


Vistas sobre la Muela del Buey Negro y las murallas de su castillo

Hacia el sur destaca Argelita, donde el río se libera de las paredes que lo encajonaban; más al fondo, se intuye Espadilla con la Peña Saganta guardándole las espaldas.


Más cercano ante nosotros, la cima del Garroferal con sus antenas.


Seguimos subiendo hasta una altura en la que los zigzagueos parecen terminar y el sendero sigue subiendo en dirección este. En ese punto, a nuestra izquierda, destaca un precioso espolón.


Como somos culos de mal asiento, decidimos acercarnos y tratar de subir entre ese espolón y las paredes del Cobertizo. Dejamos la senda y nos aventuramos hacia allí pensando en que podría ser una opción más directa para llegar a lo alto, el altiplano de la Canaleta y sus masos.



Subimos todo lo que pudimos, con trepaditas incluídas, hasta darnos de bruces con los imponentes cortados que nos esperaban allá arriba.

El peñasco de la izquierda era un islote y las paredes de la derecha hacían imposible el ascenso
Imposible pasar por allí. De todos modos valió la pena la excursión por las preciosas vistas que nos dejó, aunque duró menos que una piedra de hielo en un gin-tonic. Vuelta sobre nuestros pasos hasta el sendero.


Nuevas vistas del Barranco del Buitrero, la aparición de estos carroñeros que anidan en sus paredes dio sentido a su nombre.
El Barranco termina cerrándose siendo, desde ese punto, terreno acotado para barranquistas y amantes del rapel o rápel.


El sol comienza a picar y es hora de buscar algo de sombra para almorzar. Las paredes de un pequeño abrigo de roca nos ofrecen esa posibilidad.


Seguimos subiendo y llegamos a un amplio camino que tomaremos por la izquierda.


Por la derecha se va el Barranco y será por donde volvamos.


El amplio camino nos conduce a las ruinas del Mas de la Canaleta de Dalt ...



... donde sorprendemos a un grupo de machos de cabra montés con imponentes cornamentas. No nos dio tiempo a desenfundar las cámaras para cazarlas. Salieron escopetadas. Hacia el oeste tenemos la Canaleta de Baix pero desestimamos su visita.

El Mas de la Canaleta de Baix

Mejor seguir la pista hasta que hace un giro de 180º. Allí nos desviamos por la izquierda para acercarnos a los bordes de la montaña y disfrutar de las vistas hacia el noroeste.


El Alto Mijares, nos ofrece aquí una de sus caras más agreste y salvaje.

Vistas al norte
Vistas al oeste sobre la Muela del Buey Negro
Aquí con el Barranco del Manzano y asomando Ludiente

Vistas sobre Ludiente, en la pequeña cresta de delante se ubica su famosa "ventana"
La garganta del Villahermosa, el Barranco del Manzano, Ludiente, la Muela del Buey Negro y el omnipresente Gegant de Pedra dominando la situación.
Dejamos el mirador y seguimos por la pista ...

Corrales del Coll del Mesón
... para acercarnos al Mas del Perchano.


Un buen grupo de casas, la mayoría rehabilitadas, donde se respira paz y tranquilidad. Charlamos con una de sus moradoras que nos cuenta un poco de su historia. Sus gentes vivían aquí y bajaban hasta Argelita para cuidar de sus huertos. Con la llegada de la industrialización a la comarca de la Plana estos mases se despoblaron y hoy en día sirven de lugar de veraneo.


Dejamos el Mas y seguimos por la carretera (también Cañada Real de Aragón). La abandonamos por la izquierda y tomamos un camino cementado que también abandonaremos un poco más adelante para tomar un sendero por la derecha.


Sorteamos algún pequeño campo de frutales y llegamos al Mas del Moro, similar al anterior con numerosas casas rehabilitadas.





Tiene incluso una pequeña ermita.



Bonita flor del cactus cacahuete (Chamaecereus silvestrii) en el Mas del Moro
Un paseo entre sus casas y salimos de nuevo a la carretera ...


... para cruzarla de inmediato y tomar un senderillo que nos bajará hasta la cabecera del Barranco del Buitrero. Es un camino perdedor que pasa junto a campos de cultivo y bancales. Alguna valla los delimita y hay que sortearla.


Alguna fita nos ayuda en este tramo confuso.


Pasamos junto a dos antiguas balsas de riego ...


... y enseguida nos rencontramos con la pista del Mas de la Canaleta y a partir de ahí, el descenso por el mismo camino hasta el río.


Una bajada con la mente puesta en sus frescas aguas y en la cervecita que nos esperaba en la Fuente de los Ignacios.




(by J.Manuel)
Las fotos que ilustran este reportaje están hechas con mi nueva cámara, una Olympus (Olympista que es uno) Tough TG-4, preparada para todo tipo de aventuras. Todavía la estoy domando ...


Adéu.


CORTES DE PALLÁS - SENDA DE LOS CINTOS - ARROYO DE CORTES (04/07/2015)

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Como les había prometido a mis amigos del Cabañal Team, nos fuimos a recorrer la Senda de los Cintos para subir al Puntal de Sácaras y al Francho y posterior bajada junto al Arroyo de Cortes.
Una ruta que se ha popularizado bastante (motivos tiene para ello) desde hace un par de años y debido a su difusión por nuestros blogs. Y hay un "culpable" de ello ..., mi buen amigo Paco Aguilar (A Cel Obert), gran amante y conocedor de la zona. De nuevo GRACIAS, Paco.
A sabiendas de que no era la mejor época para hacerla y con algunas dudas en la cabeza (¿podremos llegar a Cortes tras el desprendimiento que cortó la carretera de acceso?, ¿hará mucho calor?, ¿tendremos agua en el Arroyo?), allá que nos fuimos, Cabañal Team (Jesús, Alberto, Manolo y Rafa), Fos Films (Nuria, Miguel Ángel, Vicente y José Luis) y Fernando y el menda.
Las dudas se irían despejando una tras otra.
El acceso a Cortes se solventa de forma rápida y original, llegamos por la carretera CV-428 hasta el Embarcadero, allí una barca habilitada a tal efecto nos cruzará a la otra orilla del embalse y problema solucionado.
Calor soportable en la primera mitad del recorrido y agobiante al final.
Y, como me temía, el Arroyo venía seco aunque nos pudimos refrescar en el Corbinet antes de llegar a Cortes. 
No me extenderé en la descripción de la estupenda ruta, para ello os remito a la de  Mayo de 2013
Deciros, además, que el recorrido ha sufrido algunos cambios significativos. Está mejor señalizado y acondicionado (han puesto algunas vallas y cadenas en los pasos más complicados) haciéndolo más accesible, aunque haya perdido un poco el encanto de lo salvaje.
Os dejo el reportaje fotográfico de la espectacular ruta.

Bajando al embarcadero

El descomunal derrumbe que todavía tardará en despejarse

Ahora un breve paseo en barca (gratuito)

Subiendo a Cortes por la senda de la fuente de la Pileta


Comienza la subida hacia los Cintos

Ruinas del Castillo de Ruaya

Cruzamos la carretera del Camino de la Muela

Primeras vistas del Castillo de Chirel y la nube de Cofrentes


Un paseo por las fajas


Vista atrás sobre el Alto de Ayora

Meandro del Júcar con el Castillo de Chirel

Hora del almuerzo

Un desprendimiento tapona la senda

Vista abajo donde se distingue el camino del GR-7


Primeras trepadas ...

... bien equipadas

El barco turístico

Foto de grupo sobre el "Franchostolen"


El Puntal de Sácaras (Monument Valley de Cortes)

Siguen las trepadas

Otro mirador

El amplio valle de Sácaras



Giramos para subir por una amplia y empinada canal equipada con cadenas

Llegamos a lo alto del Puntal de Sácaras y nos acercamos a sus bordes

Aquí con Jesús, Manolo y Rafa

Un largo y monótono tramo de pista sobre el Francho

Llegando al punto de bajada. Enfrente los contrafuertes del Depósito de la Muela y la senda de Cavanilles en el Paso de la Franca



La bajada hacia el Arroyo de Cortes por el PR-CV 252

Manantial de San Vicente, con agua que se encauza desde este punto

Vistas sobre la Ventana del Águila

A tramos, tomaremos el Sendero de Cavanilles (SL-CV 13)

Primera cascada ... seca (nuestro gozo en un pozo)


Algunas charcas cristalina certifican que el agua sigue corriendo

Abrigo o Cueva del Tejedor


El agua cristalina se almacena en preciosas balsas de riego

Bajando hacia el Corbinet


Parada para remojarse los pies y comer un poco

De vuelta al pueblo

Un juvenil lagarto ocelado (Timon lepidus)


Fuente de Chapolé en la entrada de Cortes

Bajada para tomar el barco-bus



Y fin de la ruta

En resumen una espectacular ruta muy recomendable para todo el mundo, aunque mejor en primavera y si es lluviosa mejor, garantiza el agua, el disfrute de las cascadas y el refresco. 
Ahora ... unos días para HRPear por los Piris ... ¡¡¡ coming soon !!!.
Adéu.
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